Patrocinado porPatrocinado por

De cómo la innovación puede salvar una granja

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso EL CONTENIDO DE LA PRESENTE PUBLICACIÓN, REPRESENTA ÚNICAMENTE LAS OPINIONES DEL AUTOR Y ES RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DE ESTE. LA COMISIÓN EUROPEA NO ASUME NINGUNA RESPONSABILIDAD POR EL USO QUE PUDIERA HACERSE DE LA INFORMACIÓN CONTENIDA EN DICHO MATERIAL.

SOSTENIBILIDAD

CEDIDA

La Unión Europea invertirá entre el 2021 y el 2027 más de 95 billones de euros en proyectos de investigación que, entre otros objetivos, buscan ayudar a mejorar los cultivos

25 jun 2022 . Actualizado a las 10:34 h.

En Allariz, un pequeño pueblo de Galicia, había una granja en ecológico que no era rentable. Su propietario, Marcos Quintas, estaba pensando en cerrar las puertas cuando, por casualidad, entró en contacto con personal del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM). Gracias a esa colaboración, SAT Torneiros no solo no cerró sus puertas, sino que ahora está pensando en ampliar. Los investigadores le ayudaron a implantar un sistema de rotación de cultivos en ecológico que le permitió dejar de depender de la adquisición de piensos, con el sobrecoste que eso suponía. Con ello no solo redujo costes y puso a producir sus tierras, sino que también mejoró la calidad de la leche.

Este es solo un pequeño ejemplo de cómo la innovación y la investigación pueden ayudar al sector agrícola y ganadero. De ello son muy conscientes en la Unión Europea que, en el 2021, pusieron en marcha Horizonte Europa, un programa de investigación dotado con más de 95 billones de euros para desarrollar programas que, entre otras cuestiones, permitan mejorar la rentabilidad del campo. Ayudar a que el Green Deal sea una realidad será más sencillo si se dispone de estudios que expliquen cómo se debe hacer esa transición ecológica.

Por ejemplo, uno de los grandes retos que deberá afrontar el sector ganadero español en los próximos años será el de tratar de producir todo el alimento posible para sus animales. La escalada de precios del cereal, que se vio incrementada todavía más por la guerra de Ucrania, dejaron en evidencia la dependencia que las explotaciones de vacuno tienen del mercado exterior. Reducir la adquisición de estos piensos permitirá a los ganaderos ser más rentables y, al mismo tiempo, ser más sostenibles, pues está comprobado que estos cultivos ayudan a reducir la huella de carbono de las explotaciones.

Para lograr esta autonomía alimentaria, el sector precisa la ayuda de la investigación. Uno de sus grandes retos será el de incrementar la producción de proteína en las granjas para no depender de la soja que, actualmente, proviene en exclusiva de la exportación. En este sentido, Europa está ya financiando varios proyectos que investigan cómo las granjas pueden lograr esas raciones de proteínas cultivando legumbres como los guisantes, el lino o la colza. Demostrarle a los agricultores los beneficios de esos cultivos, informarles de qué variedades son más adecuadas para sus tierras y ofrecerles datos de la rentabilidad de esas plantaciones son algunos de los objetivos que persiguen los varios proyectos de investigación que hay en marcha en España en este ámbito.

Íñigo Rolán

La investigación es también importante en la agricultura. Si se quiere reducir antes del 2030 un 50 % el uso de fitosanitarios sin que la producción se resienta, serán necesarias investigaciones que determinen qué otros sistemas se pueden utilizar para la protección de nuestras cosechas. En este sentido, en los últimos años se han desarrollado multitud de investigaciones relativas a la lucha biológica, combatir unas plagas utilizando otros insectos o parásitos, y la llamada agricultura de precisión, que utiliza las nuevas tecnologías para determinar en qué momento es preciso aplicar los productos químicos. Drones, ortofotos, estaciones meteorológicas y captadores de esporas son solo algunos de las innovaciones que ya están utilizando nuestros agricultores y que les están ayudando a reducir el uso de otros productos.

El campo se enfrenta a un gran reto en los próximos años y la innovación y la investigación jugarán, sin duda, un papel muy importante para ayudarle a realizar esa transición hacia sistemas más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Permitirán, sin duda, que este camino no sea traumático y a que se realice, tal y como sostiene la Unión Europea, asegurándonos de que nadie se queda atrás.