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Los agricultores españoles ponen cifra al cambio climático: 550 millones de euros al año

José A. González COLPISA | MADRID

SOSTENIBILIDAD

Peter Irungu | EFE

La sequía y la aridez provocada por el aumento de las temperaturas ponen en riesgo el vino español de alta calidad y algunas variedades del aceite de oliva nacional

10 may 2022 . Actualizado a las 11:58 h.

Más plagas, menos cosecha, menos agua, menos ingresos, menos ingredientes y más pobreza. Este es el impacto del cambio climático en el mundo de la agricultura. Un grado más en la temperatura del planeta supone una factura de muchos ceros para la gente que trabaja en el campo. «Una subida media de las temperaturas de 2ºC hasta el 2050 incrementaría de forma exponencial el importe de la factura climática», advierte Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en su informe Empieza la cuenta atrás. Impactos del cambio climático en la agricultura española.

Una lucha contra el reloj que ya ha comenzado. «En los últimos 30 años solo los grandes desastres relacionados con el clima han provocado pérdidas de 25.000 millones de euros», revelan los autores del informe en sus conclusiones. Décadas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que elevan la temperatura del planeta y «sus efectos podrían perdurar durante décadas o siglos», advierten, aunque «muchos ya son visibles».

Los períodos de sequía más prolongados, precipitaciones abundantes y de corta duración o temperaturas extremas. Estos son algunos de los episodios meteorológicos que, cada vez, son más frecuentes. «Y esto pasa factura al campo español», comenta COAG. Una merma cifrada en 550 millones de euros al año o lo que es lo mismo «el 6 % del valor de la producción».

«Aunque existen medidas de adaptación que podrían amortiguar parte del impacto, éstas tienen una capacidad limitada que podría verse sobrepasada si no hay una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y en todos los sectores», explica Pablo Resco, autor del informe. Una apuesta que no «si no se aborda» tendría un impacto de más del 17% del PIB mundial. «Tomar acción hoy de forma urgente con el objetivo de mantener el calentamiento por debajo de los 1,5ºC, es más eficiente y menos costoso», responde Andoni García, responsable de Acción Sindical de COAG.

Desaparición de viñedos, olivos y cultivos «Limitar a 1,5ºC la temperatura». Este es el lema de los Acuerdos de París y el objetivo de gobernantes y empresas. Sin embargo, en la práctica, la hoja de ruta, de momento, es distinta. «De momento, no estamos cumpliendo con las medidas de mitigación del cambio climático», denuncia Resco.

Desde la época preindustrial (1850-1900), la temperatura media en España ha aumentado casi 1,7 ºC, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Mantener esta senda «podría aumentar los daños en el sector agroalimentario», advierte el informe de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos.

Esto supone perder más de un 10% de la superficie más apta para los vinos de calidad en toda España, un 80% de la superficie de variedades de olivo como hojiblanca o manzanilla. «Esto ocurriría si la temperatura asciende 1,5ºC», explica el texto.

El diagnóstico es peor si se alcanzan los 2ºC. El aumento de las temperaturas junto con la falta de lluvias y la evaporación del agua «harían peligrar las dehesas de encina en la parte occidental de Andalucía o Extremadura», advierten.

La sequía, según los datos de los agricultores, haría caer más de un 15% el rendimiento del trigo, por su parte, la superficie de viñedo de alta calidad podría reducirse en un 20%; y en el caso del olivar, «únicamente la variedad picual podría mantener los rendimientos en secano en las zonas interiores de cultivo», señalan.

«Es importante señalar que, aunque existen medidas de adaptación que podrían amortiguar parte del impacto, estas tienen una capacidad limitada que podría verse sobrepasada si no hay una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Un ejemplo es el agua disponible; en un país donde el 75 % de su superficie sufre algún tipo de riesgo de desertificación y donde un 25 % de los acuíferos corren algún tipo de riesgo, los recursos hídricos podrían disminuir un 11 % una vez se alcancen los 2°C de calentamiento, lo que aumentaría la competencia y la conflictividad por los recursos», expresan.

«Con este informe _explica su autor_ queremos poner de manifiesto la importancia de la mitigación del cambio climático». «Es necesario realizar una importante labor de concienciación que todavía no hay», señala.

La adaptación de la cosecha al cambio climático Investigadores del Instituto Universitario de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV) de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV) y de la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador) han bajado al huerto para ver cómo resisten las cosechas los cambios bruscos de temperatura.

Frío y calor extremo. Este es el panorama que el cambio climático acerca a las huertas de todo el planeta. «En la investigación se han identificado las variedades más frágiles frente a los efectos del cambio climático, por lo que es prioritario conservarlas», destacan en un comunicado.

La investigación evidencia que algunas variedades de judía funcionan mejor al aumentar las temperaturas, por lo que representan una buena alternativa para reemplazar las variedades menos productivas debido a los efectos del cambio climático.

Además, una variedad local resultó ser más resistente que la comercial usada como control. Por su parte, las judías verdes (bachoqueta), cuyo origen es africano, resistieron relativamente bien los aumentos de temperatura, al igual que el garrofón.

En el estudio, los investigadores han podido evaluar el impacto de los efectos del cambio climático sobre parámetros vitales de estas variedades, como su morfología, reproducción, producción y fenología.