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Ferrol se prepara para comenzar a capturar jabalíes con jaulas en un mes y medio

SOSTENIBILIDAD

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El Concello asume el control de la población de cerdos salvajes que causan daños personales y materiales por una cuestión de seguridad ciudadana y entre críticas a la Xunta

17 mar 2022 . Actualizado a las 21:32 h.

Ferrol se prepara para capturar a los jabalíes que mantienen en jaque a vecinos de diferentes barrios. Convertido en un problema de seguridad ciudadana, el Concello ha dado un paso al frente e instalará jaulas para controlar a la población de cerdos salvajes asentada en su territorio urbano. El contrato que se esperaba ya está preparado. De las arcas municipales saldrán los 18.000 euros que, ante la falta de medios municipales, se estima que costará contratar una empresa especializada que se encargue del suministro del material y personal necesario, y de gestionar el servicio, incluidos los cadáveres. Porque los ejemplares que se capturen serán, avanzó la concejala de Medio Ambiente, Ana Lamas, «eutanasiados» por personal veterinario, siguiendo las instrucciones de la Xunta. Desde el Ayuntamiento se consultó la posibilidad de que los jabalíes enjaulados se pudiesen devolver de nuevo al medio natural, soltándolos en tecores, pero esa opción fue denegada.

La previsión municipal es que pueda empezar a haber jaulas sobre el terreno dentro de un mes y medio, aunque eso dependerá de lo que determine un estudio previo que incluirá la elaboración de un censo de la población de jabalíes, para estimar su número y el tipo de ejemplares que ocasionan problemas. Redactar este documento llevará un mes, y determinará otros datos como las zonas de tránsito, así como el tipo de trampa más adecuada para cada caso, ya que las habrá individuales y concebidas para piaras. También los diferentes emplazamientos y los períodos más idóneos para su colocación. A partir de ahí, se prevén actuaciones de control durante seis meses, aunque este contrato menor podrá llegar hasta un máximo de un año.

Sobre los lugares elegidos, por el momento solo se da por seguro que habrá jaulas-trampa en Canido, uno de los barrios asediados por las familias de jabalíes asentadas en su territorio. La concejala ferrolana incidió en que esta especie no solo ha generado daños materiales en espacios públicos y privados, zonas verdes y mobiliario urbano, sino que también se han producido ataques a personas, lo que constituye «un problema de seguridad que no podemos dejar pasar». Ana Lamas recordó que se trata de fauna salvaje que, advirtió, es competencia autonómica y está sometida al control de la Xunta de Galicia, pero esta, sostiene, «no está adoptando ninguna medida para reducir esta población». El gobierno autonómico «está descargando en los concellos el control de una especie cinegética», censuró. Y avanzó que reclamarán que cofinancie el gasto que supone esta acción, como sostiene que había comprometido la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda. Será quien deba autorizar también la instalación de estas jaulas: «La Xunta no lo hace pero les tenemos que pedir autorización», reprochó Lamas. No obstante, la concejala ya advierte que esta actuación municipal «no será el fin de nada sin una política global, pero tenemos que actuar», defiende.

Desde la Consellería trasladaron que «esta foi sempre unha iniciativa do Concello» y que y que «tendo en conta a problemática particular que afecta a esta cidade con relación ao xabaril, a xestión integral do procedemento, así como da contratación do material e do persoal necesarios para poñelo en práctica serán asumidas polo Concello». Y deja en manos de la administración ferrolana el protocolo de actuación que se siga, que deberá atender a los condicionantes establecidos por el Servizo do Patrimonio Natural da Coruña. Una vez que el Ayuntamiento se lo remita, «poderase concretar a colaboración da Xunta desde un punto de vista de asesoramento e apoio técnico sobre o terreo a través dos axentes medioambientais do Distrito I como do persoal do Centro de Recuperación de Fauna de Oleiros, que pola súa experiencia profesional e coñecementos sobre a especie poden resultar de gran utilidade». 

Ana Lamas: «Los jabalíes no distinguen de suelo. Lo que es seguro que cuando un niño sale de sus actividades extraescolares no se puede encontrar con una piara»

El problema no es exclusivo de la ciudad naval, y esta misma semana se denunciaban daños en otras urbes gallegas como Vigo. Pero Ferrol será la primera en contar con jaulas para jabalíes en su zona urbana. Lo hace después de que especialmente desde el mes de septiembre los vecinos pidiesen insistentemente al Concello que adoptase medidas para evitar riesgos para la población, ya que los jabalíes se pasean a diario por céntricas calles de la ciudad. En Canido ya tienen su propia ruta. Pero también se los ha visto por el centro de la ciudad -donde llegaron a meterse en el recinto de la residencia de mayores Mi Casa-, por Caranza, Ultramar, O Bertón, Ferrol Vello y hay denuncias también en otras zonas más alejadas, como A Cabana. Por ello, la concejala no descarta que las jaulas se puedan extender también a zonas rurales, pese a constituir su hábitat natural. «Los jabalíes no distinguen de suelo. Lo que es seguro que cuando un niño sale a las siete de la tarde de sus actividades extraescolares no se puede encontrar con una piara. Tenemos que actuar, independientemente de que se trate de zona urbana o rural», defendió.

¿Cómo funcionarán las jaulas?

La empresa contratada se podrá valer de cualquier medio necesario autorizado para hacer el diagnóstico del problema, incluyendo cámaras exteriores, sistemas de videovigilancia o inspecciones visuales de las zonas donde se observen daños, rastros, huellas o signos de la presencia del jabalí. Y el Concello facilitará todos los partes con las zonas donde se avistaron.

Las trampas permitirán una captura selectiva y en vivo de los jabalíes. Para ello, se instalarán en los lugares que se determinen, garantizando que cumplan con las medidas de seguridad. Y se colocará un cebo para atraer a los ejemplares. Cada actuación de captura requerirá además la activación de la vigilancia. Y cuando se cace algún jabalí, un veterinario acompañado de personal especializado se acercará al lugar y procederá a la aplicación de anestésico y a garantizar que su muerte se realice sin causarle dolor, angustia o sufrimiento que sean evitables. Los cadáveres serán precintados y gestionados de acuerdo a la normativa vigente. Los animales de especies distintas que caigan en la trampa deberán ser liberadas de forma inmediata y procurando causarles el menor daño posible, según se establece en el contrato.

Si el emplazamiento de las jaulas no produce resultados en los plazos esperados -los trabajos de campo se realizarán inicialmente durante seis meses- deberán buscarse otras localizaciones.

La empresa deberá aportar como mínimo una jaula para piaras y otra para ejemplares individuales. Pero en caso de ser necesarias más, la Consellería informó de que pondrá a disposición del Concello el número de trampas que tengan disponibles.