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El acceso al empleo, la vivienda y los servicios, los hándicaps que ven los jóvenes a la hora de vivir en el rural

M.C. REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

ALBERTO LÓPEZ

Tania Touriz, una joven que regresó a su pueblo de Pantón para emprender, cree que los que quieren empezar de cero lo tienen más complicado que ella que se cogió el testigo del relevo generacional

14 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tania Arias tiene 33 años. Nació en Touriz, una aldea del concello lucense de Pantón. Fue a estudiar fuera y después de seis años, convertida ya en arqueóloga, regresó a su pueblo. Es donde quiere vivir. Porque ella, al igual que los jóvenes de toda España que han participado en una encuesta realizada por el Ministerio de Agricultura, a través de la Red Rural Nacional, para conocer su perspectiva sobre asentarse en el campo, valora la calidad de vida que da vivir en el medio rural, pero demanda una mejora de servicios como el acceso a Internet o una mayor facilidad para acceder a una vivienda o a la tierra y, de esa forma, poder emprender.

Aunque Tania no es una de las más de mil personas que respondieron a las preguntas del Ministerio, comparte buena parte de las conclusiones que se deslizan en los resultados. Porque entre las cosas que más valoran de vivir en el rural los jóvenes que han participado en la consulta es el contacto con la naturaleza, la cercanía, el ritmo de vida y poder trabajar en lo que les gusta. De hecho, el 83,5 % de esos menores de 41 años, valoran con 8,87 puntos sobre 10  la satisfacción de vivir en el medio rural.

Pero también tienen demandas: tener empleo o, al menos, unas mayores oportunidades laborales, acceso a servicios básicos como la educación o la sanidad, mejorar infraestructuras o buen acceso a Internet . Sobre ello hablan los datos: Un 32 % de encuestados dicen que uno de los condicionantes para quedarse a vivir en el campo es lograr mayores oportunidades laborales, mientras que un 15% ligan su asentamiento a la mejora de la calidad de vida o el acceso a servicios como sanidad y educación., 

Un 14 % de ellos pide una mayor apuesta por la digitalización y el acceso a internet de calidad, además de querer mejores infraestructuras que conecten con otros núcleos de población, y un 12 % expresa su deseo de recibir más apoyo de las administraciones públicas, con más ayudas económicas y facilidades de acceso a la tierra y a la vivienda.

La arqueóloga posa delante de la vivienda de uso turístico que regenta
La arqueóloga posa delante de la vivienda de uso turístico que regenta

Esa realidad de vivir en una aldea alejada de la ciudad a la que se refiere la encuesta la conoce bien Tania: «Volvín para emprender. Son filla de gandeiros e o que estou facendo é tomar o relevo xeracional poñendo en marcha un proxecto persoal que é unha vivenda de uso turístico. Eu xa teño a terra e a vivenda, pero para os que veñen de novo é máis complicado», explica. ¿Por qué? Por las dificultades que aún hay para acceder a la tierra o a la vivienda: «A xente aínda é moi reacia a vender e os prezos son altos. No caso da vivenda, o aluguer é algo que non acostuman facer e, polo tanto, a alternativa é mercar. Normalmente hai que rehabilitar e iso é un gasto a maiores. Todos esos son hándicaps para os que queren vir de novas». A esa ecuación también suma la falta de servicios: «Non só é Internet, hai aldeas por aí nas que non hai teléfono ou auga da traída». 

Con todo,a esta joven le pesa mucho la calidad de vida que le da su pueblo. Ahí restauró una vivienda de sus abuelos para poner en marcha un proyecto personal, una vivienda de uso turístico que bautizó como Fogar do Pumar. «Son autónoma e teño o carné de guía oficial de Turismo entón aos que veñen lles ofrezo información da Ribeira Sacra. Esos traballos os combino coas excavacións que van xurdindo porque son arqueóloga», explica. Son las ventajas de vivir en una zona como Touriz, en Pantón.