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Jabones naturales y arcillas, preparados para alistarse en la lucha contra el fuego

María Cedrón REDACCIÓN

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El Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia, perteneciente al CSIC trabaja, en colaboración con la Universidade de Física de la USC, para desarrollar un espumante contra incendios que sea respetuoso con el medio ambiente

05 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Polonia y Japón han dado un primer paso en ese camino, pero ahora en Galicia también se ha sumado a ellos al emprender, de la mano del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (IIAG) con la colaboración de la Universidade de Físicas de la USC, una investigación para desarrollar un agente espumoso capaz de retraer las llamas a corto plazo. Su objetivo es convertirse en un aliado en la lucha contra el fuego con la ventaja de que ese agente espumante estaría hecho a partir de jabones naturales y arcillas. Eso supone una ventaja con respecto a otros espumantes basados en detergentes artificiales. La investigación está financiada por la Fundación Humanismo y Ciencia con 134.00 euros y concluirá en el 2023.

La investigación, como explican desde el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo al que pertenece el IIAG, lo desarrolla el grupo de Interacciones Microbioma-Suelo-Planta, dando continuidad a la línea de investigación desarrollada desde el 2001 sobre el uso de agentes espumantes en los incendios forestales como, por ejemplo, sus efectos colaterales en ecosistemas acuáticos, terrestres y la salud humana. En este sentido, Serafín González Prieto, investigador principal del proyecto, explica que «para mejorar la eficacia en la extinción de incendios, tanto con equipos terrestres como aéreos, se le añaden al agua unas sustancias conocidas como retardantes de llama cuya eficacia depende de varios mecanismos físicos o químicos. Según la persistencia de sus efectos pueden agruparse en dos grandes clases: retardantes a largo o corto plazo; entre los últimos se incluyen los agentes espumantes». Además, añade que los efectos ambientales de esos espumantes «han llevado en los últimos años a la búsqueda de formulaciones alternativas eco-amigables, entre las que figura sustituir por jabones naturales y arcillas los detergentes sintéticos que originalmente se incluyen en su composición, líneas de actuación que se están llevando a cabo en Polonia y Japón».

Lo que pretende comprobar ahora este nuevo trabajo es cómo actúa la arcilla aplicada en una cantidad adecuada en un agente espumante de nueva generación formulado en base a jabones naturales de baja toxicidad. La cuestión es ver en cómo va a permitir prolongar la persistencia de la espuma y obtener un agente más respetuoso con el medio ambiente y de eficacia prolongada para la extinción de incendios forestales, incluso en zonas ambientales sensibles.

Para ello, como apuntan desde el Centro de Investigaciones Científicas en un comunicado, «en primer lugar, se desarrollará un agente espumante a corto plazo y se caracterizarán sus propiedades termo-físicas». Este tipo de agentes, añaden, se caracteriza por efectos que desaparecen cuando se evapora o drena el agua con que se aplica, por lo que su eficacia depende de su capacidad de aumentar la retención del agua por el combustible y prolongar el tiempo en que está aislado de los elementos del triángulo del fuego. Más tarde tratarán de ver que este agente, frente a los que se han desarrollado en Japón, pueda tener una mayor persistencia de la espuma gracias a la adición de una dosis optimizada de bentonita. Despues de realizar esto, se evaluará, a través ensayos en laboratorio, su eco-toxicidad sobre los ecosistemas terrestres (en suelos quemados y no quemados) y acuáticos.