
Una investigación trata de prevenir y controlar esta plaga, que todavía no ha llegado a Galicia y que supone una amenaza para olivos y viñedo
03 mar 2021 . Actualizado a las 09:24 h.La Xylella fastidiosa es una de las plagas calificadas como de cuarentena por la Unión Europea. Entró en Europa por el sur de Italia, y a España por las islas Baleares. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, actualmente se encuentra ya en Valencia y en Madrid, además de que en la península Ibérica se ha localizado también en el norte de Portugal. Esta temida bacteria causa serios daños en las plantaciones de olivos y viñedos, de ahí que se hayan puesto en marcha algunos proyectos de investigación para tratar de combatirla. Una de ellas es la que dirige el Grupo Operativo Salud Olivar, un consorcio de empresas y centros de investigación que están estudiando estrategias innovadoras y sostenibles para detectar, controla y tratar esta plaga en los olivos.
El trabajo está dirigido por el centro de investigación Ainia, junto con la empresa granadina Domca, la Sociedad Cooperativa Andaluza (DCoop), Laboratorios Neval en Valencia, Visiona Ingeniería de proyectos y la Asociación de Fabricantes de Soluciones de Biocontrol (IBMA). El primer objetivo de este trabajo es el de tratar controlar la Xylella fastidiosa. Para ello, están usando bacteriófagos, virus bacterianos que suponen una alternativa a los plaguicidas tradicionales porque infectan exclusivamente a las bacterias dañinas, sin perjudicar al resto del árbol como ocurre con los tratamientos convencionales. Los investigadores están desarrollando soluciones basadas en el empleo de proteínas procedentes de virus bacteriófagos para tratar de controlar a esta bacteria.
Por otro lado, se están poniendo en marcha sistemas automatizados para la monitorización de cultivos. Para ello, se está utilizando la teledetección hiperespectral y térmica, junto con sistemas de biocontrol más sostenibles y naturales para la detección automática de síntomas. Estas tecnologías reducirán el empleo de fitosanitarios químicos tradicionales para prevenir y controlar enfermedades como la Xylella. «La detección temprana y monitorización de cultivos ayudará a un empleo más racional de los químicos tradicionales y a un uso más acertado de las herramientas de biocontrol», asegura Estefanía Hinarejos, directora de la asociación IBMA España.
Destacan los investigadores que con los métodos de control y detección tradicionales no es posible detectar los síntomas iniciales de estas enfermedades del olivo por lo que, en la mayoría de los casos, cuando se detecta la enfermedad ya es demasiado tarde. «En este proyecto pretendemos desarrollar herramientas para la detección temprana de enfermedades que suponen una amenaza para el sector y buscar métodos alternativos basados en productos naturales para combatirlas», aseguró José Manuel García-Madero, de la empresa DOMCA.