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Los robos en el campo ourensano se mantuvieron durante la pandemia

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

SOSTENIBILIDAD

MIGUEL VILLAR

El equipo Roca prosiguió con el contacto directo con ganaderos y agricultores

17 feb 2021 . Actualizado a las 11:43 h.

El equipo Roca (Robos en el campo) de la Guardia Civil de Ourense ha mantenido durante todo el 2020 su actividad en cuanto a investigaciones relacionadas con su función. Vigilar zonas del rural, dar respuesta a los vecinos y a los hurtos han seguido formando parte de su día a día, a pesar de los meses de pandemia y de los del estado de alarma. Con sede en Celanova, aunque actúan por toda la provincia, actualmente forman parte de este equipo el cabo Alberto Rodríguez Bernárdez y los agentes José Antonio Montero Rodríguez y Eduardo Vieira Ferreira. Rodríguez y Ferreira llegaron en el mes de noviembre para dar relevo a Enrique Senaz Dasilva y Francisco Javier García Yáñez, que estuvieron trabajando en este servicio casi todo el 2020.

«O noso traballo seguiu sendo o mesmo durante a pandemia. Pode ser un ou dous casos máis ou menos, pero a diferenza foi pouca», señala José Antonio Montero Rodríguez, que lleva en el equipo Roca de Ourense desde su constitución, en el 2013. Sí ha variado la forma de contactar con los ganaderos y agricultores. De las visitas diarias y largas conversaciones se ha pasado a los encuentros fugaces y las llamadas de teléfono, para evitar los contactos lo máximo posible. Sin embargo, la presencia de los agentes por las localidades ha sido constante, ya que uno de sus cometidos es la prevención, sobre todo en zonas del rural apartadas, que suelen ser donde se ubican las explotaciones. «Os gandeiros estaban preocupados porque houbo un bum moi grande en marzo. Cando o estado de alarma dixeron que pechaban todo e eles mercaron moita comida para o gando. Encheron os galpóns. E un mes despois xa non vendían o que tiñan e os animais no paraban de engordar, teñen o seu ritmo. Tiñan medo aos roubos da mercancía e algo similar sucedeu cos dos invernadoiros. E efectivamente, houbo furtos», señalan. La preocupación iba mas allá del propio trabajo del equipo Roca de sus competencias. «Están moi preocupados pola crise que xa vían e as súas inquedanzas trasládanolas», explica Alberto Rodríguez.

El despoblamiento del rural y su geografía hace de Ourense una provincia singular para investigar los robos en el campo y eso lo saben en el equipo Roca que tienen entre los ganadores y agricultores a sus vigilantes. «As explotación están en zonas illadas e non pasa moita xente por alí, cada vez menos. É difícil ver o que se me move. Os que queren facer dano saben que non hai xente nos pobos, que quedan desertos. Nós non podemos estar en todas partes, pero os veciños avisan se ven algo raro ou que poda intranquilizarlles. Son os nosos vixiantes». Aunque hay robos puntuales, los sucesos en el campo también tienen su época y los ladrones, en líneas generales, conocen sus características. En estas fechas proliferaban las denuncias de robos de colmenas, aunque ahora no tanto. «En esta época a colmea está durmida. É o mellor momento para que os ladróns se leven todo», explica Eduardo Vieira. El bum de la colmenas apareció cuando se publicaron subvenciones para su explotación y señalan como anecdótico que muchas de las investigaciones que han llevado a cabo han tenido como conclusión la estafa al seguro de los propietarios. También se siguieron produciendo durante el 2020 -pese al estado de alarma-, robos de ganado, aunque nada que ver con los sucedido hace siete años en A Limia, y que fue el causante de la creación del equipo en Roca en la provincia. Se llegaron a robar hasta 70 animales. Entonces se localizó a los ladrones en Montealegre, Portugal. El más importante del 2020 tuvo lugar en Avión y desaparecieron cuatro vacas. Actualmente se investiga. «É unha explotación grande nunha zona illada. Teñen contravixiancia, van cun camión e cargan. É xente especializada que sabe tratar ó gando», relata Eduardo Vieira. Por eso es tan importante para los agentes conocer el terreno. «Hai moito monte e vías de escape... Por iso a colaboración entre todos, compañeiro e veciños, ten que se boa. Iso é clave para nós», señala Rodríguez.

«A xente do rural ten incerteza polo futuro. O tema económico tamén lles afecta»

El trabajo del equipo Roca comienza nada más que conoce el delito, pero la investigación puede llevar meses. Y las vigilancias se hacen base a los datos con los que cuentan. Por ejemplo, conocen los ciclos de las granjas de A Limia y cuándo puede ser más rentable para un ladrón cometer el delito. En esas épocas intensifican la vigilancia. Por eso los contactos con ganaderos y agricultores son fundamentales. Esto ha hecho que lleguen a convertirse casi en parte de la familia. «Este traballo ten un abano de posibilidades xa que ó campo non podes pórlle cancelas. Hai que ter moita paciencia, coñecer á xente e ter contactos. E chega un momento no que falan contigo de todas as súas preocupacións», relata José Antonio Montero. Y, aunque puedan estar en alerta por los robos, el covid es su preocupación. «Saben o que ten que facer en casos de roubos. Os malos seguen actuando da mesma maneira que sempre. A xente do rural ten incerteza. O tema económico lles afecta e están moi preocupados».

Otras de las inquietudes de los vecinos del rural tuvo que ver con la presencia de foráneos, sobre todo durante el verano. «A relación nos pobos é moi estreita entre os veciños. Por iso saben que se o covid entra nunha casa pódese estender moi rápido. Eles mesmos informaban», señala.