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Gabriela González, directora de RSC y Comunicación de Vegalsa-Eroski y nieta del fundador: «Un 40 % de los alimentos de los lineales son de proximidad»

M.cedrón REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

MARCOS MÍGUEZ

La directora de RSC y Comunicación de Vegalsa-Eroski y nieta del fundador aboga por acuerdos anuales con los productores para que no dependan de que la variación de ventas

06 jul 2020 . Actualizado a las 00:16 h.

Cuando Gabriela González (Vigo, 1980) recuerda la historia de sus abuelos, sonríe. El suyo, Ventura González, puso los cimientos del actual grupo Vegalsa-Eroski. Lo hizo llevando embutidos desde Valderrey (Astorga) a Vigo. Allí conoció a su abuela, que tenía un puesto en el mercado de O Calvario donde ofrecía productos de proximidad. Ese tipo de alimentos ocupan en estos momentos, como explica la ahora directora de RSC y Comunicación de Vegalsa-Eroski, «un 40 % de los lineales de los supermercados del grupo. Durante los últimos años estamos reforzándolo con incrementos de un 3 % anual en compras a proveedores locales» porque el consumidor los demanda cada vez más. Sobre los acuerdos con los proveedores es clara: «Cerremos una producción anual para que los productores puedan tener asegurados unos mínimos, no teniendo que depender de que un mes se venda más o menos».

—Parece que en los últimos años han convertido ese producto local en un un punto fundamental de su estrategia.

—Apoyamos a los proveedores locales porque el producto tiene una calidad incuestionable, porque hay una tendencia hacia él por parte del mercado, pero también porque comprado y consumiendo producto local estamos moviendo la economía del lugar en el que vivimos.

—Habla de afianzar y dar soporte a la economía local. No es vivir en el rural, es vivir del rural. Para servir a un gran distribuidor tienes que cumplir unos estándares, ¿los pequeños productores deberían unirse más?

—Creo que ha habido una evolución en el sector primario. Han asumido la importancia de la sostenibilidad ambiental, entienden que hay que ser claros en el etiquetado, trabajar con producto ecológico, bienestar animal... Es verdad que el Gobierno también ha ayudado. Pongo como ejemplo la creación por parte de la Xunta de un grupo de trabajo del sector lácteo en el que estamos todos los eslabones de la cadena. Esos grupos ayudan a trabajar en conjunto y marcar un objetivo que, al final, es para todos el mismo: generar riqueza aquí y consumir producto de aquí.

—Parece que la estrategia de avanzar hacia el producto local, sostenible, funciona. Sus resultados del 2019 han crecido por tercer año consecutivo. Lo han hecho en un 3,1% el año pasado.

—Estoy segura que en estos resultados tiene que ver el producto local. Hoy por hoy tenemos una oferta infinita de productos. A mí me mueven las empresas que tienen valores. uno de los que me mueven ahora es el de ser sostenibles. Ese trabajar de la mano con el productor también resulta importante.

—También divulgan colaborando con la Fundación Dieta Atlántica

—Me pareció muy bueno el trabajo que hacen desde la Fundación y me pareció una responsabilidad convertirnos en un canal para transmitir al consumidor que esa dieta, basada en productos de calidad y frescos cocinados a fuego lento, existe.

—Comer bien no tiene por qué ser caro, ¿no?

—No, para nada. De hecho, en Galicia tenemos mucho autoconsumo, pero las verduras, son la base de la dieta atlántica, no son caras cuando las consumimos en temporada. Son productos asequibles. Luego tenemos carne, aunque no podemos abusar. Tenemos pescado pequeño del día que tiene unos precios bastante asequibles, lácteos, quesos de infinidad de precios... Se trata de llegar a todo el mundo.

—El sector primario gallego tiene futuro de la mano de la gran distribución. Los productores sufren muchas veces el problema de los precios, a veces les cuesta unirse...

—Ese es un camino que se está recorriendo. No se hace de un día para otro porque no todos avanzamos al mismo ritmo. Nosotros tenemos que ir muy rápido porque nos lo demanda el mercado. Tiene futuro haciéndolo de modo sostenible. Las empresas tenemos que comprometernos a realizar tratos justos. Tenemos que acordar producciones, no hacerlo según la oferta y la demanda y que esa persona no sepa si este mes va a tener dinero o no para afrontar sus gastos. Somos humanos, esto es un negocio en el que tenemos que ganar todos, pero de forma justa. Cerremos una producción anual y luego ya vemos como se resuelve los meses que no tengamos tanta venta, pero aseguremos unos mínimos para que esas personas puedan vivir..