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«La próxima revolución será natural, no industrial o tecnológica»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

SOSTENIBILIDAD

ALBERTO LÓPEZ

El ingeniero de Montes y técnico de Medio Ambiente del Concello lucense, Miguel Ángel Negral, afirma que Galicia en general tienen oportunidades para un nuevo modelo económico

24 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La bioeconomía puede ser una palabra familiar para unos y extraña para otros. Desmenuzando su contenido, tanto sus características como sus consecuencias parecen presentes en la vida cotidiana del siglo XXI. Miguel Ángel Negral, ingeniero de Montes y técnico del área de Medio Ambiente del Concello de Lugo, interviene mañana en el ciclo «Bioeconomía e economía circular» -salón de actos de la Diputación, siete de la tarde- para comentar el ejemplo de Lugo.

-¿Se sabe qué es realmente la bioeconomía?

-La bioeconomía es la disciplina que se ocupa de los recursos naturales propios. Se habla más de economía circular. Se puede decir que la economía circular es la que trabaja con recursos de otros países. La bioeconomía trabaja con los cercanos que tengan calidad. Es un paso más. La biomasa, el sector forestal, la acuicultura... En Galicia, y en Lugo de manera especial, tenemos una ventaja competitiva. La próxima revolución será natural, no industrial o tecnológica; será una vuelta a los valores naturales.

-¿Cómo se pueden aplicar esos conceptos en el ámbito local?

-En el ámbito local hay que empezar por transformar el modo de vida tanto de los ciudadanos como de la administración, que debe dar ejemplo. La línea que se está siguiendo con el edificio del proyecto Life o con la reactivación de terrenos abandonados e improductivos es un modelo. No se puede pensar en una producción forestal en la que plantan especies, se cortan y ya está. En los terrenos forestales en los que además hay porco celta o galiña de Mos, esa productividad va a permitir desarrollar la bioeconomía. La gran apuesta que se debe dar es esa, generar productos propios que procedan de energías renovables o de materias renovables.

-¿Es fuente de oportunidades?

-Entiendo que es una fuente de oportunidades para Lugo y provincia. La provincia de Lugo es una potencia forestal. Solo en un ayuntamiento como Lugo, hay 28 montes vecinales en mano común y terrenos municipales de uso forestal. Llevamos alrededor de un año manteniendo reuniones con el Instituto Forestal Europeo y con el Campus Terra.

-¿Cómo se traducen esos conceptos para que puedan convertirse en fuente de riqueza?

-La bioeconomía solo supone ahora el siete por cien de la economía mundial, pero está previsto que crezca a un ritmo muy alto. Si se van a precisar más recursos que en la actualidad, por ejemplo, en alimentación o en energía, más seguridad alimentaria vas a tener cuanto más produzcas en tu territorio. Se habla mucho de energías renovables, pero donde más margen de mejora hay es en ahorro de energía. El Ayuntamiento de Lugo está invirtiendo recursos en eficiencia energética. La prueba más destacada es la sustitución de calefacción de gasoil y de gas por una caldera de biomasa en edificios del complejo del parque de A Milagrosa: el MIHL, el pabellón de tenis de mesa... Hay un modelo de distribución de calor con un criterio local y renovable. Ese es un modelo de bioeconomía, con ahorro y con economía local. Se necesita un cambio de mentalidad. Tenemos el Campus Terra; y si hay administraciones implicadas, como el Concello de Lugo, es más fácil. Se habla mucho de las tres erres [reducir, reciclar, reutilizar]; pero se ha perdido la idea de reparación de los productos, aunque ahora se está recuperando; va a más, lo que permite no tirar recursos.

 «Invertir en medio ambiente o en bioeconomía supone ahorro»

—¿Hay que asumir que apostar por el medio ambiente es algo caro?

—Hasta hace muy poco, se tenía la idea de que el medio ambiente era caro. Ahora mismo la tendencia se está invirtiendo. Invertir en medio ambiente o en bioeconomía supone ahorro. Hasta ahora no se contabilizaban factores como el gasto sanitario, que están relacionados con los alimentos que consumimos. Lo que ahora se observa es que todo esto supone ahorro, no gasto. Cuando se habla de carestía, se hace un mal enfoque. Cuando aplicas un gravamen a ciertas energías, estás financiando investigación que te va a permitir producir energía más barata. Igual que se ha favorecido la industria del automóvil para facilitar el empleo, por qué no otras. Esto, además, va a generar retorno, porque vas a producir energía limpia en tu propio territorio, sin pérdidas por un transporte elevado.

Cree que la gente sabe que vive en un lugar privilegiado por su naturaleza

De una ciudad como Lugo puede decirse que cuenta con un amplio cinturón verde. Negral no solo conoce ese detalle sino que lo subraya. «Pienso que la mayor parte de la gente se da cuenta de que vivimos en un lugar privilegiado», dice. Pero además recalca que en los últimos años se han conseguido importantes reconocimientos oficiales para espacios de la ciudad y de los alrededores —cita los títulos de Patrimonio de la Humanidad y de Reserva de la Biosfera— como prueba de que esos valores son evidentes. «Si organismos de fuera los distinguen, no estamos equivocados», opina. También agrega que el Concello lleva años dedicado a estudiar acciones basadas en criterios ambientales: «Los frutos llegarán poco a poco; la planificación es importante», afirma.