Cierran la cuenta de ayuda a la familia de Rodeiro que perdió sus vacas por un rayo tras cumplir objetivos

La Voz

GANADERÍA

Miguel Souto

Concello y cooperativa destacan la enorme respuesta de Galicia y de otros lugares de España en solo seis días

27 may 2025 . Actualizado a las 19:08 h.

El Concello de Rodeiro y la cooperativa de O Rodo anunciaron el cierre de la cuenta solidaria destinada a recaudar fondos para la familia de Quintá que perdió 22 vacas por un rayo tras cumplir objetivos. Tanto el alcalde, José Luis Camiñas, como el presidente de O Rodo, Jesús Montes, destacaron la enorme ola de solidaridad que permitió conseguir en tan solo seis días el dinero necesario para que la familia pudiese retomar la actividad ganadera.

Camiñas explicaba que habían hecho un cálculo, recabando también información del seguro, para saber lo que la familia necesitaría para reponer el ganado muerto a fin de volver a poner en marcha la explotación y mantenerse en este período de transición. Ayer ambos comunicaron a la familia la decisión y trasladaron el agradecimiento tanto de los afectados como desde Concello y cooperativa a todas las personas que realizaron una donación y que hicieron posible que la familia pueda seguir adelante.

La ayuda que, indicaba el alcalde, «chegou da comarca, moitísima de xente de Rodeiro que se volcou e onde a solidaridade é moi grande, pero tamén de toda Galicia e de outros lugares de España». Señalan que «foi unha cantidade moi importante» para una recaudación que se realizó en tan solo seis días. La muerte de las 22 vacas dejó a esta familia prácticamente sin nada.

Montes destacaba que para una explotación pequeña como esta, sin ayuda y sin este empujón sería muy difícil o casi imposible volver a ponerla en marcha. En Quintá, el propietario de la explotación, Cándido Pardo Vence, ya compró tres vacas y señalaba ayer Montes, está ya mirando algunas más buscando, sobre todo, animales que estén adaptados al régimen de pastoreo. Cuenta que después del duro golpe «xa está máis animado».

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Las vacas cayeron fulminadas el pasado día 18 por el último rayo de una tormenta en un camino encharcado cuando regresaban al establo acompañadas por la mujer de Cándido, Julia Meijome, que afortunadamente llevaba botas de goma y optó por seguir al ganado por un prado situado en la parte de abajo del camino. El agua hizo de conductor de la electricidad electrocutando a las reses, que iban en fila. El matrimonio regentaba esta explotación que ahora, gracias a la ayuda recibida y al dinero del seguro, podrán volver a poner en funcionamiento.