Patrocinado porPatrocinado por

Los expertos a los que Von der Leyen encargó revisar la PAC creen que hay que corregirla para que las ayudas directas se concedan por renta y no por superficie

Somos Agro REDACCIÓN

GANADERÍA

El profesor Peter Strohschneider entrega a la responsable de la UE el informe
El profesor Peter Strohschneider entrega a la responsable de la UE el informe DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

También recomiendan la reducción del consumo de productos animales para dar mayor protagonismos al consumo de proteínas vegetales

05 sep 2024 . Actualizado a las 09:13 h.

Es una vieja reivindicación de las organizaciones agrarias, pero ahora la avala la treintena de expertos a los que la presidenta de la Comisión europea, Úrsula Von der Leyen, encargó un informe en el marco del bautizado como Diálogo Estratégico sobre el futuro de la Agricultura en la UE que se puso en marcha el pasado mes de enero en respuesta a las protestas de los agricultores que fueron germinando a lo largo de media Europa. Lo que dicen estos expertos, según Efe, es que la política agraria común (PAC) ha de ser reformada para que los fondos correspondientes a los pagos directos realmente vayan a aquellos agricultores y ganaderos que «más lo necesitan» y no sean repartidos en función de la superficie que trabaja cada uno de los perceptores de las ayudas de la PAC.

Tras recibir el informe de manos del presidente del grupo de expertos, el profesor Peter Strohschneider (expresidente de la Fundación Alemana de Investigación DFG), Úrsula von der Leyen, se comprometió a estudiar la introducción de conocido como principio de degresividad en la próxima reforma de la política agraria común, lo que implicaría que las explotaciones agroganaderas de menor tamaño reciban una partida mayor de las ayudas para abandonar el sistema de pagos que premia el tamaño, según dice Europa Press.

Lo que apunta el texto entregado a la responsable del Gobierno de la UE es que el sistema actual de pagos directos apenas está relacionado con las necesidades socioeconómicas de los agricultores y, por tanto, debe basarse en la «viabilidad» de la actividad económica de cada uno de ellos en lugar de en las ayudas por superficie que rigen el sistema vigente. Esta reflexión, añaden los expertos, debe estar lista para la reforma de la PAC de cara al período 2028-2035, de forma que para entonces se pueda evitar el abandono de tierras, se ayude a los profesionales del campo a tener una «renta decente» y se dirijan especialmente a agricultores en «zonas con restricciones naturales», con superficies pequeñas o jóvenes.

«No empezamos de cero pero todos sabemos que debemos dar más pasos (...) Debemos hacer más y haremos más para proteger nuestras granjas y lograr que el sector agroalimentario sea más resiliente y competitivo, pero también más sostenible», dijo Von der Leyen en la comparecencia de prensa.  Con respecto a este último punto, Von der Leyen defendió el cambio en el enfoque adoptado por Bruselas en los últimos meses, a favor de los «incentivos» y más centrado en tener «confianza» en los profesionales en lugar de hacer «microgestión» que supondría, por ejemplo, pedirles fotos «todo el tiempo» para comprobar que cumplen con los requisitos medioambientales.

En una línea similar, el informe de los expertos insta a poner en marcha un modelo de pagos «orientado a resultados» para que los agricultores y ganaderos cuenten con una renta suplementaria «predecible» por cumplir con ellos. El informe también aboga también por lanzar un sistema europeo que armonice la metodología para realizar análisis de sostenibilidad que se base en «objetivos, principios y criterios comunes» y que mida el punto de partida de cada sector y granja a fin de «facilitar las comparaciones». En el mismo sentido, el texto pide a Bruselas una «mayor coherencia» entre su política medioambiental y comercial, al tiempo que insta a «revisar el enfoque de las negociaciones (comerciales) en agricultura y el sector agroalimentario».

En opinión de estos expertos, la Comisión «debería reconocer la relevancia estratégica» del sector en las negociaciones comerciales y examinar la forma en la que realiza análisis de impacto antes de iniciar conversaciones con sus socios del mundo.

Menos consumo de carne

Por otro lado, el informe cree que tanto Bruselas como los Estados miembros deberían adoptar políticas de demanda para incentivar unos sistemas alimentarios «equilibrados y sostenibles», caracterizados también por unas «dietas saludables» que sean «accesibles, asequibles y atractivas». En este ámbito, los expertos recomiendan a la UE acompañar la «tendencia» actual hacia una reducción del consumo de productos animales y un mayor protagonismo del consumo de proteínas vegetales.

«Para mejorar el equilibrio sostenible entre el consumo de proteínas animales y vegetales en la población europea es crucial apoyar esta tendencia reequilibrándolo hacia opciones vegetales y ayudando a los consumidores a unirse a esta transición», reza el texto.