«Teodoro está destinado a ser un semental que transmita su mutación a su descendencia»

M. Cedrón REDACCIÓN

GANADERÍA

El investigador Pablo Bermejo con una de sus compañeras de equipo
El investigador Pablo Bermejo con una de sus compañeras de equipo cedida

Pablo Bermejo, del equipo de investigación que está detrás del primer cordero modificado genéticamente que ha nacido en España, explica que la intención es comprobar qué puede provocar infertilidad en ovejas, vacas e incluso probablemente mujeres

15 ago 2024 . Actualizado a las 11:59 h.

El abuelo de Pablo Bermejo Álvarez era pastor en Segovia. Él es uno de los miembros del equipo de investigación  del departamento de Reproducción Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (INIA-CSIC) que ha hecho realidad el nacimiento del primer cordero genéticamente modificado en España. Por eso, en honor a su abuelo, quiso bautizarlo como Teodoro. Porque este pequeño cordero nacido el pasado 14 de julio, «un domingo, porque los domingos es cuando todo pasa en las granjas», está llamado a ser el padre de una estirpe de ovejas que carecen del gen que, según sospechan los investigadores, se encargaría de guiar a los espermatozoides hasta el óvulo. Esos animales servirán de base para estudiar cómo funcionan los procesos reproductivos tanto en el ganado como en el ser humano. Pero más allá de eso, Pablo Bermejo explica por qué Teodoro se ha convertido este agosto en toda una gran estrella.

—¿Por qué Teodoro es tan especial para la ciencia?

—La forma de entender cualquier tipo de proceso biológico es hacer una modificación en el ADN para eliminar el gen o genes potencialmente implicados en el proceso que se quiere estudiar. Estas modificaciones se han realizado sobre todo en ratones y gracias a ellos conocemos muchos procesos que han servido para desarrollar terapias, los humanos les debemos mucho a los ratones modificados genéticamente. El problema es que en ciertos casos los ratones no son un buen modelo para estudiar procesos biológicos que afectan a los humanos o a los animales de granja. Por eso hemos utilizado el modelo ovino, porque pensamos que es mejor modelo para el humano que el ratón para este proceso y obviamente es el mejor modelo para estudiar los fallos en los procesos reproductivos en la ganadería ovina, que afectan a la viabilidad económica de las granjas.

—¿Por qué un cordero?

—Aunque trabajamos también con bovinos, las ovejas son más fáciles de manejar. Ambas especies están filogenéticamente próximas (son rumiantes) y por ello las conclusiones obtenidas en ovejas suelen ser extrapolables a vacas.

—¿Qué es lo que han hecho para lograr que nazca Teodoro?

—Hemos utilizado la técnica de edición genética CRISPR, un proceso mucho menos complejo y más eficiente que la clonación. Esta técnica se combina con la producción in vitro de embriones, que consiste en obtener óvulos, que son madurados, fecundados y cultivados in vitro. En este caso hemos inyectado los componentes del sistema CRISPR en óvulos de oveja. Gracias a esta técnica podemos eliminar el gen y comprobar su función. Pensamos que este gen puede ser necesario para la fecundación y la forma de comprobarlo de forma inequívoca es quitar ese gen y observar si las ovejas que no tienen el gen son capaces de reproducirse.

—Entonces, ¿cuál será el trabajo de Teodoro?

—Está destinado a ser un semental que transmita la mutación a su descendencia, de este modo obtendremos hembras sin el gen sobre las que evaluaremos la capacidad reproductiva. Lo que queremos comprobar es qué mutaciones pueden provocar infertilidad o entender fallos reproductivos en ovejas, vacas y posiblemente mujeres.

—¿Cuánto han tardado en hacer que Teodoro sea una realidad?

—Llevamos años optimizando la técnica de edición genética en animales de granja, fundamentalmente bovino, ovino y conejos, pero en el caso del bovino y ovino sólo dejamos desarrollarse a los embriones modificados hasta estadios anteriores a la implantación, porque nuestra línea de investigación se centra en procesos del desarrollo embrionario preimplantacional. En este caso, como queremos estudiar la fecundación necesitamos necesitamos un animal que genere gametos y, por ello, hemos transferido el embrión modificado a una oveja para que pueda desarrollarse a término. Esto ha tardado lo que tarda la gestación de una oveja, unos 147 días más o menos, porque es algo variable.

—¿Podría valer este modelo para estudiar la reproducción humana?

—Sí, creemos que la oveja es un buen modelo para entender el papel de este gen durante la fecundación humana. En caso de probar que el gen interviene de forma decisiva en la interacción espermatozoide-óvulo, se podría identificar mediante pruebas genéticas a aquellas mujeres que no puedan producir la proteína y derivarlas a tratamientos de reproducción asistida que introduzcan mecánicamente al espermatozoide en el óvulo, solucionando la incapacidad del óvulo para finalizar el proceso de fecundación.