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¿Cómo saber si un prado está bien usado para el pastoreo?

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

El uso de los terrenos en el pastoreo es básico para la calidad de la carne, advierte Xan Pouliquen.
El uso de los terrenos en el pastoreo es básico para la calidad de la carne, advierte Xan Pouliquen. ALBERTO LÓPEZ

Ganaderos de carne de toda Galicia se forman sobre la gestión de terreno para la alimentación de las vacas

31 oct 2023 . Actualizado a las 18:19 h.

La ganadería alimentada con pastos, sean reses de producción cárnica o lechera, es interpretada como garantía de calidad, además del valor que tiene ese terreno para la prevención de incendios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el dueño de los animales debe velar por una correcta conservación de esos pastos, algo que no siempre ocurre.

Aprender nociones para un adecuado manejo de los pastos es uno de los propósitos de un grupo operativo cuya actividad está financiada por la Unión Europea, el Gobierno y la Xunta. En días pasados tuvo lugar una sesión formativa en Vilalba, con ponencias que se celebraron en la sede de la cooperativa Almoga y con una visita a una explotación de la parroquia de Goiriz.

Correcto manejo

Necesidad de cambiar las técnicas. Xan Pouliquen, técnico que forma parte del citado grupo operativo, subrayaba este miércoles la necesidad de una adecuada rotación de los prados, con menos tiempo de permanencia de los animales en el terreno. Cabe suponer, por tanto, que el trabajo de los ganaderos no es el idóneo, algo que Pouliquen no niega: «Hai moitos gandeiros que poderían mellorar moito», dice.

Alternativa

Menos tiempo en los prados. Lo habitual es que las reses pasten durante una semana o más tiempo en el mismo terreno. Para Pouliquen, se trata de un planteamiento erróneo, pues sostiene que los animales no deben de estar más de tres días en el mismo pasto.

Puede entenderse que esa idea lleva implícita la necesidad de disponer de una amplia base territorial en las explotaciones de ganado vacuno. Pouliquen admite que es idea es correcta, pero resalta que el terreno con el que cuenta un ganadero para pastos debe estar dividido en áreas pequeñas en las que se vayan alternando las reses.

Contra los tópicos

Una superficie grande no garantiza nada. Se acepta como fórmula de éxito el tener pocas vacas en una gran superficie de terreno. Pouliquen rechaza esa idea, y asegura que lo idóneo sería tener más ganado en una superficie más pequeña durante menos tiempo.

Lo que no se atreve a precisar Pouliquen es el número correcto de animales por hectárea, ya que, dice, es algo que «non se sabe». Por el contrario, apunta que hay, más allá de esa cifra, dos cuestiones claves: la primera, el tiempo que pasan los animales pastando en una zona; la segunda, el tiempo que se deja descansar ese terreno tras haber servido de pasto para un número de cabezas.

En cuanto a la primera cuestión, explica que los animales no deben estar más de tres días pastando en el mismo lugar. Sobre la segunda, subraya que importa la época del año: en primavera deben pasar unos veinte días; en otoño, en torno a dos meses.

Consecuencia económica

A mayor uso del pasto, menos gasto en pienso. Si un pasto tiene buena calidad, su rendimiento nutricional es mayor. De esa manera, agrega Pouliquen, desciende el consumo de pienso, con el consiguiente ahorro para el ganadero. Aunque el uso de ese producto en la alimentación del ganado varía mucho de unos casos a otros, puede calcularse un gasto de casi 900 euros al mes en una explotación de 30 becerros. En meses pasados, en manifestaciones convocadas en Lugo, los ganaderos denunciaron que estaban cobrando la carne por debajo de los costes de producción y que el precio estaba estancado mientras subían muchos gastos.

A esa consecuencia económica, por otro lado, se le añade otra: cuanto más se base la alimentación en un pasto de calidad, mayor será la calidad de la carne, insiste Pouliquen.

objetivo

En busca de un cambio de mentalidad. Aunque el pastoreo es un régimen de alimentación de cuyos beneficios no se duda, Pouliquen advierte: «Non todos os pastos son iguais». La clave, dice, está en la forma en que se emplean.

De todos modos, la idea de lograr mejores resultados con jornadas como la celebrada en Vilalba no solo parece posible sino que es precisamente el objetivo de esos foros. Pouliquen además anuncia que se llevarán a cabo más sesiones dentro de este grupo operativo, del que forman parte la cooperativa Almoga, la Universidade de Santiago de Compostela (USC), una consultora y varios ganaderos a título personal.