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Melide, escuela de ganaderos europeos

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

GANADERÍA

NOGUEROL

Estudiantes franceses realizan la formación práctica en una granja local

24 abr 2023 . Actualizado a las 10:05 h.

Lucía tiene muy claro en qué sector quiere trabajar como profesional: en el ganadero, como su padre. Se prepara para labrarse un futuro en el centro de formación profesional EFA Fonteboa, en Coristanco, de donde saldrá la primera promoción del Ciclo Superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal. La metodología que se aplica en esa especialidad que se ofertó por primera vez este curso está siendo una experiencia no solo para ella. También para sus padres: Suso Casal y Loli Vázquez. Las clases teóricas se imparten una semana al mes, y las tres restantes de formación se cubren trabajando. «Está moi ben para a xente que quere traballar e estudar, e ademais é onde realmente aprendes, permíteche ter unha visión realista do sector», apunta.

Y de mostrar cómo es en Galicia a estudiantes extranjeros se encargan esta joven de Melide de 19 años y su padre, que regenta una explotación de vacuno con 26 reses en O Carballal, una suerte de lugar en la parroquia de Santa María que ofrece una buena estampa del campo gallego a los miles de peregrinos que cada año recorren el Camino de Santiago. «La gente es buena y el lugar es agradable para vivir», afirma Ryan. Este joven francés de 19 años, y su compatriota Eddie, de 17, llevan unas semanas de prácticas en la granja de Suso Casal, que valora como «aplicados» a esos dos estudiantes de la rama agraria en la región gala de Borgoña. El mes pasado, la familia acogió a otros dos alumnos franceses, pero de Normandía. El programa Erasmus posibilita su formación práctica en la explotación de vacuno de Melide, donde «realizan o traballo de gandería, que é o que lles interesa, e, a maiores, outros traballos que hai que facer a diario nas explotacións como as limpezas e mantementos», cuenta el ganadero melidense. «Nótase —añade— que son xente que vén de traballar en explotacións, que coñece o traballo».

La principal diferencia con Francia reside en los horarios que marcan la rutina del día a día. «No son para nada los mismos», apuntan los estudiantes. En el país vecino, «levántanse ás cinco e media da mañá, comen ás doce do mediodía, e cenan ás sete, pero adáptanse perfectamente», cuenta Suso Casal. Además, observaron una notable diferencia en las granjas de leche, luego de visitar una, con cuatrocientas cabezas de ganado, en el municipio lucense de Monterroso. Comentan los estudiantes galos que, en su país, las explotaciones lácteas «están más automatizadas, no se emplean tres horas para ordeñar».

Donde es muy diferente el sector es en Irlanda, donde estuvo Lucía Casal — también gracias al programa Erasmus— dos meses. «Cando fun é cando máis necesidade de persoal hai na explotación, porque concentran os partos entre febreiro e marzo, ata 27 nun día. De novembro a xaneiro —cuenta la joven— só se dedican a darlle de comer aos animais».