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María Suárez, veterinaria del Hospital Rof Codina de Lugo: «En Galicia, la vacuna de la rabia no llega ni al 10 % de los animales»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

María Suárez está al frente de Medicina Interna del Rof Codina
María Suárez está al frente de Medicina Interna del Rof Codina

La jefa de Medicina Interna del Hospital Veterinario Universitario de la USC está de acuerdo con que se declare la obligatoriedad de la dosis. «La única prevención es la inmunización», recalca

15 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es la única comunidad de España en la que no es obligatoria la vacunación contra la rabia. Hace unos días, el Colegio de Veterinarios de Lugo calificó de «tercermundista» la situación, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus afecta a más de 150 países y territorios, provocando daños en el sistema nervioso y convirtiéndose en mortal en prácticamente todos los casos. La demanda del colegio es la de todos los veterinarios, y así lo explica María Luisa Suárez Rey, jefa de servicio de Medicina Interna del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina de Lugo.

—¿Qué es la rabia?

—Una enfermedad vírica que puede transmitirse entre animales y humanos y que ocasiona cuadros de fatiga crónica potencialmente mortales. La enfermedad afecta a más de 150 países y territorios y ocasiona todos los años miles de muertes, principalmente en Asia y África, el 40% de las cuales son de niños menores de 15 años. En España esta enfermedad se considera erradicada desde 1978.

—¿Cómo se contrae la rabia?

—Por mordeduras de animales infectados. La mayoría de las muertes por rabia en personas de todo el mundo son causadas por mordeduras de perros, de hecho, en el 99% de los casos de transmisión a humanos la enfermedad es contagiada por canes.

—¿Y cómo entra el virus en el cuerpo?

—A través de la mordedura; tras multiplicarse en el músculo se propaga pasivamente por los nervios periféricos hacia el sistema nervioso central. Una vez allí, se produce su replicación y propagación a otras partes del cuerpo. El período de incubación es variable pero en perros es de 3 a 8 semanas, de 4-6 en gatos y de 3-6 en humanos. El virus se excreta en la saliva durante un breve período de tiempo antes de la aparición de los síntomas, y la excreción viral en la saliva continúa hasta la muerte.

—¿Cuáles son los síntomas que aparecen en personas o animales infectados?

—En las primeras etapas, son similares a la gripe (fiebre y malestar general), pudiendo además aparecer dolor, irritación o sensación de hormigueo en la zona lesionada. Tras esta fase, que dura de 2 a 10 días, pueden aparecer los signos clínicos de la enfermedad, reflejo del daño encefálico que produce, dando lugar a dos formas de presentación: una forma rabiosa o furiosa y otra caracterizada por la parálisis que puede ocurrir en la extremidad que fue mordida y progresar a una parálisis progresiva y generalizada. Algunos pacientes muestran signos de ambas fases en algún momento. La agresividad, comportamiento alterado —romper objetos imaginarios o comer otros—, nerviosismo, anorexia, ataxia, hipersensibilidad a los estímulos, desorientación, cambio en la vocalización, incapacidad para tragar e hipersalivación, parálisis, convulsiones, coma y finalmente la muerte son los síntomas que se describen en estos pacientes.

—¿Es una vacuna primordial?

—La rabia forma parte de las vacunas que denominamos esenciales en gatos, perros y hurones. Las vacunas esenciales son aquellas que deben ser administradas a todos los animales independientemente de las circunstancias o situación geográfica, ya sea porque la enfermedad que previenen es potencialmente mortal o por el carácter zoonótico —transmisión entre humanos y animales— de la misma, como es la rabia.

—¿Cuándo dejó de ser obligatoria la vacuna en Galicia?

—La supresión viene de 1994, que fue cuando la Comunidad Autónoma de Galicia se declaró libre de rabia y suprimió la denominada campaña oficial obligatoria de vacunación antirrábica de perros y gatos.

—¿Cómo cambió la situación desde entonces?

—Ha cambiado mucho, con la pandemia hemos sido conscientes de que las enfermedades no entienden de fronteras y del valor de disponer de vacunas efectivas contra las mismas para controlar la pandemia.

—¿Está libre de rabia Galicia?

—Si bien España se considera libre de Rabia, se han descrito casos esporádicos importados porque las personas se desplazan cada vez más con sus mascotas. En 2013 hubo un caso importado de rabia en un perro en Toledo, y la situación pudo controlarse, entre otros motivos, porque muchos animales susceptibles que pudieron tener contacto estaban vacunados.  La frontera de Ceuta y Melilla es muy permeable para los perros callejeros y se describen casos procedentes de territorio marroquí. Recientemente hemos tenido la entrada en el país de muchas mascotas como consecuencia de la llegada de refugiados de Ucrania que tuvieron que ser admitidas sin requisitos como la identificación, vacunación antirrábica y prueba serológica de la misma que garantice la eficacia vacunal. Somos por tanto ahora más conscientes de que el riesgo real de importación de terceros países donde la enfermedad está latente, como África o Europa del Este, está presente.

—¿Por qué esta negativa a hacerla obligatoria?

—En el momento actual no creo que sea una negativa, simplemente es algo que no está en la agenda inmediata de Consellería, pero que a la vista de lo que está sucediendo en la Cataluña y el País vasco pronto tendrá que ser revisado.

—¿Cómo afecta a los veterinarios que los perros no tengan la vacuna?

—No hay un efecto concreto, es más la sensación de no estar participando del mantenimiento de la salud global del planeta dentro del concepto ‘una sola salud’ que se refiere a los esfuerzos de colaboración de múltiples colectivos tanto a nivel local, nacional como global para lograr una salud óptima para personas, animales y medio ambiente.  

—¿Por qué es tan importante vacunar a las mascotas?

—La vacunación no es solo una herramienta clave para mejorar la salud y el bienestar de los animales, es una parte integral de los planes de salud contra las enfermedades infecciosas y una parte de los planes de respuesta rápida para prevenir la propagación de las mismas. La OMS pidió a España no dejar de vacunar frente a esta enfermedad y esta recomendación debería ser de aplicación a todo el territorio español.

«La única forma de prevenirla es con las vacunas»

—¿Cuál es el coste de la vacuna?

—Son aproximadamente 35-40 euros. La primera vacuna que se administra a la edad de tres meses conlleva también la necesidad de disponer de un documento identificativo y de microchip que tiene unos costes adicionales de 40-50 euros. Algunos pacientes tienen ya este documento porque han comenzado su plan vacunal preventivo.

—¿Cómo es el calendario para administrar la vacuna de la rabia?

—En cuanto a las dosis, una vez administrada la primera, debe repetirse al año y posteriormente de acuerdo con la normativa establecida por cada comunidad, que suele ser anual. El hecho de que la vacunación no necesariamente tenga que sea anual se deriva de que la duración de la inmunidad conferida por muchas vacunas es de tres años, no obstante a efectos de unificar la frecuencia de vacunación de manera independiente al inmunógeno utilizado en cada caso hace que la normativa general sea de revacunación anual. A nivel comercial, hay muchas vacunas disponibles.

—¿Hay alguna otra forma de prevenir la rabia?

—La única estrategia de prevención es la inmunización mediante planes vacunales. La rabia no tiene tratamiento efectivo. Desafortunadamente, en Galicia la cobertura vacunal no llega al 10%.