Patrocinado porPatrocinado por

Pepe Souto: «Os meus Shakira e Piqué lévanse moi ben. Lámbense o un ao outro»

GANADERÍA

VITOR MEJUTO

Toneladas de amor. Pepe Souto les pone nombres de personajes famosos a sus reses. «Tamén teño a Lucas Pérez, as Tanxugueiras e a Marta Sánchez», dice

30 ene 2023 . Actualizado a las 17:52 h.

En la finca que Pepe Souto tiene en Arteixo, Piqué y Shakira todavía son pareja. Allí aún reina el amor entre ellos. Estos dos bueyes —que juntos suman más de tres toneladas de peso y que a su dueño no le importa bautizarlos con nombres femeninos— son la alegría de la huerta. Nada de tirarse los trastos a la cabeza, todo lo contrario. Van juntos a todos lados porque forman un dúo muy compenetrado, y no en los establos precisamente, sino en el campo, que no de juego. Aunque como a sus tocayos en la vida real, el trabajo no les mata: «Póñoos de vez en cando para ir á herba co carro. Por hobbie máis que nada, porque os bois están para comer», dice quien así los entretiene sacándolos de titulares para hacer algo de ejercicio.

Su principal función es engordar y dar buenos chuletones. Y quien conoce las reses de este criador de Arteixo sabe que son de las mejores. De hecho, su carne se cotiza en los asadores más afamados, como puede ser El Capricho de León, pero también se comercializa en el conocido Matadero de Bandeira, donde compran carne algunos de los más prestigiosos chefs, como Martín Berasategui, aunque esto último no lo dice Pepe, sino el propio cocinero laureado con 12 estrellas Michelin, ni más ni menos.

Piqué, a la izquierda

Pero mientras esto no ocurre y las reses permanecen en la finca de Pepe, la vida transcurre plácidamente sin que ni Shakira, a la derecha en la imagen, ni Piqué, a la izquierda, den batalla. Piqué tiene ocho años y pesa unos 1.700 kilos, mientras que el otro es un poquito mayor. Le lleva medio año. Eso sí, Shakira buey pesa 100 kilos menos que Piqué. Le cuesta un poquito más engordar, aunque 1.600 kilos ya es un buen peso para un buey de estas características. No en vano, entre los dos suman más de tres toneladas de amor, concretamente 3.300 kilos.

¿Y por qué Pepe les puso los nombres de esta expareja tan conocida últimamente? Pues no es la primera vez. De hecho, todos sus bueyes han sido bautizados con nombres de personajes famosos: «Decidín chamalos así porque antes, na casa dos meus avós, todos eran Moreno ou Varelo. E nada máis. E eu decidín poñerlle nomes de persoas coñecidas. En canto os merco, xa os bautizo. Estes bois viñeron de Portugal sen nome nin nada e dixen: ‘Pois Shakira e mais Piqué', porque nese momento estaban de moda». Es decir, se encontraban en plena luna de miel de su relación. Todo lo contrario que ahora.

VÍTOR MEJUTO

Aun así, esta ruptura no afecta a la buena relación que mantienen los animales de Pepe. Todo lo contrario. Se podría decir que son una pareja más que bien avenida. «Van xuntos a todos lados. Lévanse moi ben. Lámbense o un ao outro. E fanse caricias cos cornos, quérense moi ben. Penso que agora se queren mellor cós personaxes», bromea este criador, mientras confiesa que tiene entre sus reses otra gente ilustre: «Tamén están as Tanxugueiras, Marta Sánchez e Lucas Pérez», porque en este último caso tiene que confesar su pasión por el Deportivo. De hecho, siempre hay algún jugador blanquiazul en su finca. Todavía recuerda a Fran, un buey fuera de serie al que no le encontraba compañero por sus dimensiones. Con tan solo cinco años ya medía 1,80 metros de alto por 2.87 de largo y su peso superaba 1.700 kilos. Un tonelaje similar al de estos dos, pero con la peculiaridad de que Shakira y Piqué tienen tres años más que Fran entonces, que ya ha pasado a peor vida. Entre los famosos del mundo del fútbol no faltaron en su finca ni Guardiola ni Mouriño, que tampoco se llevaban nada bien en el campo de juego, mientras que en las leiras de Pepe vivían en una luna de miel constante.

Lucas Pérez

Otro de los que promete, y no solamente en el estadio, es Lucas Pérez. Pero eso sí, ya avisa a los seguidores blanquiazules, si el Deportivo consigue ascender, este buey no está aún para servir en el plato como homenaje: «Non, ho! Ese aínda non! Hai que deixalo ata que teña dez anos ou así», comenta resuelto, mientras explica que tan solo tiene cuatro años y que lo bautizó así en la época en la que el jugador «xa dera o salto para a liga inglesa, no Arsenal».

En las cuadras de Pepe no hay ni Casios ni Rolex, tampoco Ferraris ni Twingos porque el gran secreto para que esta carne sea de lujo es su alimentación. «Comen herba, sebo, millo e fariña. Tamén un pouco de penso concentrado e van ao pasto. Tamén toman herba seca que xa a fago eu no verán para eles», confiesa este hombre, que sabe que el gran valor reside en la peculiaridad de sus fincas: «A zona nosa é moi boa porque chega a auga do mar aos pastos e iso dálle moito sabor á carne», señala.

VÍTOR MEJUTO

También reconoce que le da lástima cuando vende alguno, porque son muchos años viviendo el día a día con ellos: «Dan pena, pero teñen que ir. Uns teñen que deixar sitio para os outros». Además, explica que son mucho más inteligentes de lo que la gente puede pensar. «Eles entenden polo nome igual ca nós. Son moi entendidos. Antes de chegar o fotógrafo xa notaban que viña xente. Percíbeno a quilómetros», confiesa. Y pone otro ejemplo: «A pastar van, ao mellor, cada catro ou cinco días. Depende do día e de como está o tempo. Pois o día que van saír, xa o saben antes de que eu chegue onda eles a abrirlles. Xa se me poñen en fila sen eu dicirlles nada. E o día que non os boto a pastar, tamén o saben. Un día coma hoxe, que chove, xa saben que non van saír. E non se me poñen en fila».

Ya con su abuelo

También cuenta una anécdota familiar de su abuelo para demostrar la inteligencia de estos animales. Él los usaba para trasladar mercancía de Rañobre (Arteixo) a A Coruña. Pero un día no pudo ir y fue su cuñado en su lugar. Los animales hicieron el viaje de ida, «de marabilla», sin ningún contratiempo. Pero a la vuelta, se le paraban cada dos por tres: «A que os bois paraban onde había tenda?, preguntoulle meu avó. E o seu cuñado díxolle que si, que en todos os casos había cantina. E é que paraban porque el paraba nelas sempre que volvía. E tiña afeitos os bois a parar en todas as tendas desde A Coruña ata Rañobre», bromea Pepe.

Lo cierto es que Shakira y Piqué también acabarán separándose. Y más pronto que tarde. «Téñoos que vender porque xa están gordos de máis. Están á espera de que apareza o marchante», confiesa. Pero mientras eso no llega, ellos seguirán lameteándose y disfrutando de la compañía mutua porque entre ambos reina la armonía. Quizás sus tocayos deberían aprender más de ellos.