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Ganaderos y trabajadores de las granjas bovinas tienen un año para formarse en bioseguridad y gestión de estiércol

María Cedrón REDACCIÓN

GANADERÍA

PEPA LOSADA

El nuevo real decreto de ordenación de las granjas bovinas establece que deberán realizar un curso de 20 horas para acreditar esos conocimientos, a menos que pueden mostrar experiencia laboral de tres años en la materia o una titulación en producción agropecuaria o asistencia en sanidad animal

03 ene 2023 . Actualizado a las 19:11 h.

El último Consejo de Ministros del año aprobó la semana pasada el decreto de ordenación de las granjas bovinas. El documento, muy aguardado en el sector, no solo prohíbe a partir de ahora la instalación de granjas con más de 850 unidades de ganado mayor o UGM (medida de animales que equivalen cada una a 0,4 bovinos de menos de 6 meses; 0,7 de entre 6 y 24 meses; 0,8 de vacas no lecheras de más de dos años; y 1 vaca lechera o macho de más de dos años), sino que marca una serie de directrices que deberán cumplir los propietarios de las granjas de vacuno de leche, de carne, los cebaderos y las instalaciones dedicadas a la recría. Entre sus obligaciones está, por ejemplo, la de que tanto los propietarios como los trabajadores de las granjas deben tener formación en materias que van desde la bioseguridad a la sanidad y bienestar animal o la gestión de estiércol. Todos ellos tendrán un año para lograr la correspondiente acreditación de conocimientos. 

¿Cómo pueden conseguirla? El real decreto aprobado la semana pasada establece que esta puede obtenerse mediante un curso de formación de 20 horas en materias relacionadas con las características de la producción bovina (morfología y fisiología del ganado bovino, alimentación y sistemas de alojamiento y comportamiento animal y hábito de los bovinos); sanidad, higiene y bioseguridad (bioseguridad en explotaciones de ganado bovina y buenas prácticas de higiene, actuaciones en la prevención de enfermedades animales y zoonosis, inspección y observación de animales enfermos, reconocimiento de los síntomas asociados a enfermedades e declaración obligatoria, vigilancia y obligaciones de comunicación a autoridades competentes, medidas de lucha contra enfermedades animales, interacción entre salud humana y animal, interacción con el bienestar animal y resistencia a los tratamientos); manejo (en el período post-cubrición, preparto, parto y puerperio, destete, fase de cebo y de ordeño); gestión ambiental y lucha contra el cambio climático (almacenamiento de estiércoles y su gestión, gestión de compuestos nitrogenados, gestión de emisiones, ruidos y olores y consumo de agua y de energía); registro de información y documentación y normativa vigente.

Los nuevos trabajadores tendrán un plazo de seis meses para realizar esa formación. De todas formas, quienes puedan acreditar un mínimo de tres años de experiencia práctica en trabajos relacionados con la cría de ganado bovino, que garantice un conocimiento mínimo de las materias anteriores podrán quedar exentos de la realización del curso. Tampoco tendrán que hacerlo aquellas personas que tengan el título de técnico en producción agropecuaria o técnico superior en ganadería y asistencia en sanidad animal

Para adaptarse a las nuevas normativas que puedan ir aprobándose en estas materias, los titulares de las explotaciones deberán asegurarse de que sus trabajadores actualicen su formación con una periodicidad de al menos 5 años. 

La gestión

El nuevo decreto de ordenación de granjas bovinas, que se suma a los que ya regulaban las explotaciones avícolas y las porcinas en extensivo, también apunta que las granjas de más de 20 UGM tendrán que tener un Sistema Integral de Gestión de las Explotaciones Bovinas que incluirá, entre otras cosas, la identificación del veterinario de explotación, un plan sanitario integral de la explotación, otro de bienestar animal, un plan de gestión ambiental o un plan de gestión de estiércol.

Reducción de emisiones

Pero es que además las granjas con más de 180 UGM tendrá que reducir sus emisiones. Ahora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, junto con su homólogo de Transición ecológica tienen un año de plazo para elaborar un listado de técnicas de referencia dirigidas a mitigarlas. Una vez está configurado el listado, las explotaciones que no tengan que realizar obras en su estructura para llevarlas a cabo tendrán cinco meses para hacerlo, pero las que tengan que hacer obras dispondrán de otros doce meses.