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Analizar excrementos y leer las huellas que deja en el suelo, así se ha seguido el rastro del lobo

M. Cedrón REDACCIÓN

GANADERÍA

Actualizar la estimación de ejemplares que se mueven por Galicia es fundamental para planificar la prevención

23 dic 2022 . Actualizado a las 09:58 h.

Anteayer por la mañana la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén Do Campo, se acercó hasta Rois para ver las medidas preventivas frente a los ataques de lobo que había incorporado una granja dedicada a la cría en semiextensivo de vacas de raza autóctona. Y fue allí donde adelantó que el nuevo censo de cánidos que su departamento había encargado a la empresa Arena, del doctor en Biología especializado en lobo ibérico, Luis Llaneza, estimaba la presencia en Galicia de 96 manadas reproductoras. «Tendo en conta que estas poden estar formadas por uns oito ou nove exemplares, podemos falar de que na comunidade pode haber entre uns 744 e 837 exemplares», explicó luego la directora xeral. Hasta llegar a esos datos tanto los cinco técnicos expertos de Arena como un equipo de 141 agentes ambientales que recorren los montes gallegos como otros cinco técnicos de la Consellería de Medio Ambiente formados para la labor han recorrido kilómetros y kilómetros de monte para seguir los pasos del lobo.

Para conseguir este nuevo censo los expertos han analizado excrementos, seguido más de una huella y, por supuesto, también las marcas de rascazos en el suelo que acostumbran a hacer estos cánidos que, según las primeras estimaciones del censo todavía en proceso de redacción, ocupan en torno al 91 % del territorio de la comunidad.

«O que se fixo —añade Belén Do Campo— foi dividir o territorio nunhas cuadrículas duns 10 por 10 kilómetros cadrados. Foron uns 323 cadros que comprendían unhas 139 áreas de maior presenza?¿¿?. Pero no 2022 tivose que facer un seguimento máis profundo de 17 desas áreas, das que 7 están na provincia de A Coruña; 4 en Lugo; 1 en Ourense e 3 en Pontevedra. Despois algunha tamén está compartida entre varias provincias».

Lo que se hizo en esas zonas fue patear y patear. recoger y analizar excrementos, lo que también ayudará a conocer las líneas genealógicas de los ejemplares gallegos o a descubrir presuntos casos de hibridación con perros domésticos; seguir huellas, rastros que dejan los lobos al escarvar en el suelo o analizar los aullidos que emiten para llamarse entre los distintos miembros de la manada. Y se ayudaron de cámaras de fototrampeo para descubrir sus movimientos.

Ahora están dándose los últimos retoques a todos esos datos para redactar el censo de forma definitiva. ¿Dónde están los lobos? Esa es una información que la administración guardará con discrección al ser esta una especie protegida. Lo que permite saber este nuevo censo es que la especie se mantiene y las manadas se han incrementado en relación al censo anterior que había contabilizado unas 90 manadas. De ahí que para garantizar una equilibrada convivencia entre esta especie fundamental para el mantenimiento de todo el ecosistema y la actividad agroganadera, como coinciden los expertos en lobo y la propia Xunta, es precisa la prevención. Tener una estimación del número de manadas que hay distribuídas por la comunidad y conocer cómo se mueven resulta fundamental para dibujar una estrategia de prevención.

Ayudas para la prevención

De hecho, es precisamente en eso en lo que quiere incidir la Consellería de Medio Ambiente que, después de haber publicado esta semana la convocatoria de ayudas para paliar los daños del lobo en el ganado, donde se prima con un 10 % adicional de compensación a las granjas que hayan puesto medidas preventivas, y del jabalí en los cultivos, prepara ahora la partida para medidas de prevención que probablemente se publiquen en los primeros días de enero con un presupuesto global que rondará los 1,1 millones de euros repartidos en dos líneas de ayudas diferentes. Una para balados con unos 400.000 euros de presupuesto; otra para la compra de perros protectores, pastores, vallas u otro tipo de medidas de cercado, conunos 700.000 euros. Ver cómo funcionan algunas de esas medidas es lo que llevó anteayer a Belén Do Campo a la granja de Rois. Allí hay perros, cierres.... Las vacas andan sueltas, pero de momento no han sufrido ataques. Aunque el lobo anda cerca.