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El alto precio del gas obliga a parar a plantas de tratamiento de purines de cerdo

M.C. REDACCIÓN

GANADERÍA

miguel souto

Ourense acoge la única factoría de reciclaje de estos subproductos que hay en Galicia

23 sep 2022 . Actualizado a las 09:50 h.

Las plantas de tratamiento de purines de cerdo están paradas. También la ubicada en Ourense, la única de estas características que hay en la comunidad, según los datos que maneja la Consellería do Medio rural. Aunque estas han logrado entrar en el mecanismo de topado del gas recogido en el real decreto 17/2022 publicado esta semana, fuentes de la Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP), un colectivo que agrupa a 24 centros distribuídos por toda la Península, dicen que no les compensa porque, a diferencia de lo que ocurre con las plantas de cogeneración que también obtienen ingresos con la comercialización del calor, ellas no obtienen nada por los purines que reciclan. De ahí que ya el pasado mes de junio «la incertidumbre regulatoria, la intervención del mercado y los altos precios del gas necesario»  detuvieron la actividad para evitar estar trabajando en pérdidas.

Por eso, desde ADAP apelan a la importancia que tiene su trabajo en el cuidado del medio ambiente y piden al Ministerio de Transición Ecológica medidas que favorezcan un marco regulatorio estable capaz de garantizar que estas plantas puedan continuar tratando los purines generados en las granjas de cerdos. «Estas plantas _dicen además_ actúan como un socio ecológico del sector porcino, porque la solución que aportan da una respuesta integral al excedente de subproductos que no valen como fertilizante vertido directamente en los terrenos que rodean a las explotaciones ganaderas». Lo que se preguntan fuentes de ese colectivo es a dónde llevarán los pequeños productores los subproductos de sus granjas para poder tratar, lo que evita que acaben contaminando el suelo. 

Los que hacen estas plantas, que llevan funcionando veinte años, es tratar esos subproductos para poder ser reintegrados en el ciclo natural. «Los purines se tratan, reciclan y valorizan obteniendo nutrientes agronómicos, hasta unas 100.000 toneladas anuales de fertilizantes orgánico-minerales que sustituirán a los químicos, aminorando las emisiones de gases de efecto invernadero», dicen desde ADAP. El gas lo usan para reducir el volumen de los purines, compuestos en un 5 % por materia sólida y un 95 % líquida. 

El problema del tratamiento de purines del sector porcino es especialmente importante en Galicia, una comunidad donde conviven 1.448 granjas de cerdos, 631 están en concellos de menos de 5.000 habitantes.