Granjeros de vacuno agradecen las recientes lluvias para impedir que la sequía fuese muy dañina
19 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La cosecha de maíz de este 2022 será al menos tan buena como la de un año normal. Ganaderos de diversos municipios de la provincia de Lugo explican que la producción acabará moviéndose en los niveles habituales (de 30 a 40 toneladas por hectárea cultivada) y que las recientes lluvias, sin haber sido copiosas ni duraderas, han ayudado a que la planta no se secase demasiado.
Isaac Rodríguez, que forma parte de una SAT del municipio de Cospeito, resume en pocas palabras sus perspectivas. «Creo que este ano, ben», dice. En su ganadería, con 330 vacas en ordeño, la superficie dedicada a maíz anda por las 200 hectáreas. Rodríguez admite que la lluvia de estos días ha sido beneficiosa, aunque no cree que el cereal llevase un crecimiento anómalo. «Xa ía indo ben», afirma. De todos modos, recalca que también es necesaria algo de lluvia en las próximas semanas, antes de la recolección.
Serafín Peteira, ganadero de Castro de Rei, hace una distinción entre dos tipos de maíz según el momento de inicio del cultivo. El de siembra realizada a finales de abril o a principios de mayo llevaba un mejor desarrollo que el plantado unas semanas después. No obstante, su opinión es que el agua caída estos días acabará siendo beneficiosa para el cereal en general. «Non é que se note dun día para outro, pero creo que é unha axuda», destaca. En su explotación, actualmente, la superficie destinada a maíz anda por las 70 hectáreas.
Antonio Villar, ganadero del municipio de Friol, no depende tanto del maíz para la alimentación del ganado vacuno como otros granjeros. La superficie dedicada a este cereal es solo de 16 hectáreas y teme que la media de otros años (unas 35 toneladas por hectárea, dice) no se consiga en este 2022. Las recientes lluvias, sin ser malas, llegaron algo tarde. «A planta quedou moi pequena», asegura.
José María Campo, ganadero de Castro de Rei, tiene 25 hectáreas, de las que saca maíz para una cabaña de 150 vacas en producción lechera. También comparte la idea de que acabará mejor la cosecha el maíz plantado a finales de abril o a principios de año. Confía en lograr una media de al menos 30 toneladas por hectárea, pero advierte de que no solo importa la cantidad: hace falta, dice, un grano de buena calidad para que el maíz aporte al ganado vacuno la energía suficiente y pueda además ser bien digerido.