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«Somos os xardineiros da alta montaña»

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GANADERÍA

cedida

Eladio y Jenny mantienen una explotación de vacas de Ternera Gallega Suprema en la alta montaña lucense,  para la que las ayudas de la PAC son fundamentales

01 abr 2022 . Actualizado a las 18:32 h.

Eladio vive en Torés. Ahí en esa parroquia del concello de As Nogais, en la alta montaña lucense, tienen su explotación de animales de Ternera Gallega Suprema. Eladio está casado con Jenny. Son un matrimonio joven que decidió apostar por vivir en el medio rural. Ganaderos como ellos son los que ayudan a retener gente el rural, poniendo freno al despoblamiento como pretende Bruselas. Aunque vivir en el campo tiene muchas ventajas, aguantar una ganadería como la suya en una zona donde la pendiente de las praderas complica el trabajo al no poder usar máquinas para cuidar la pradera y también en un contexto de subida constante de costes de producción, no es fácil. Por eso, como dice Eladio, son fundamentales las ayudas de la política agraria común (PAC) destinadas a explotaciones ubicadas en zonas con limitaciones naturales, entre las que están la alta montaña.

La propia Unión Europea reconoce que «las zonas con limitaciones naturales u otras limitaciones específicas resultan más difíciles de explotar eficazmente debido a los problemas específicos que plantean sus condiciones naturales». Por eso, la UE ofrece ayuda a esas granjas, tanto a través de programas de desarrollo rural como de regímenes de ayuda a la renta.

Con esas compensaciones que garantizan el mantenimiento de la actividad de estas granjas, no solo se contribuye a mantener vivos los pueblos, también se ayuda al cuidado del medio ambiente y se fomenta la cría de animales que garantizan una carne de calidad al consumidor. De esa forma se cumplen las directrices de las estrategias de Biodiversidad y De la granja a la Mesa. Porque como explica Eladio gracias al trabajo que realiza su rebaño de 50 reproductoras, sus cinco terneras de recría y su toro «facemos de xardineiros da montaña. A nosa labor é moi importante porque cuidamos de que non haxa incendios, axudamos a fixar poboación, producimos carne de alta calidade...». Por eso, como dice, es tan importante evitar el cierre de las granjas de la alta montaña.

Eladio, que tiene 44 años, se incorporó a la actividad en 1.999. Su mujer Jenny, que tiene 30, lo hizo en el 2019. De esa forma pretenden dar continuidad a una actividad que, como dice este ganadero, no podrían mantener de no disponer de  este respaldo de la PAC. «Hoxe os gastos son moitos, só á seguridade social por unha explotación como a nosa tes que pagar ao ano 5.000 euros e pico», dice. Y desde ahí, desde Torés, muestran cómo es el trabajo de una explotación de montaña en la que los animales están fuera del establo cuando hace bueno, pero que tienen que resguardarse en las cuadras cuando llega el invierno. Porque hay que aprender a trabajar como dictan las estaciones. Con el calor del verano o el frío del invierno en la alta montaña.