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Los ganaderos de Ternera Gallega Suprema desbloquean los mataderos

M. Alfonso, M. Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

cedida

El fin de este paro ha permitido retomar parte de la actividad, aseguran los tratantes, pero la huelga del transporte sigue lastrando el abastecimiento de las carnicerías

24 mar 2022 . Actualizado a las 18:02 h.

Desde el pasado lunes llevaban los ganaderos de la Asociación Gandeiros Galegos de Suprema apostados a la entrada de los principales mataderos gallegos. Con ello querían bloquear la entrada de animales en protesta por los bajos precios que están obteniendo. Se quejaban de que, al igual que buena parte del sector primario, los precios que perciben por sus productos no les permite cubrir los costes de producción. Tras más de diez días de paro, confían en que las administraciones y mataderos hayan recibido el mensaje y atiendan sus reivindicaciones. Por eso a primera hora de ayer anunciaron el cese de sus protestas. Pero eso no permitió devolver la normalidad a un sector que se ha visto afectado también por la huelga de transporte. Según los tratantes, el cese del bloqueo permitió retomar parte de la actividad, pero no recuperar la normalidad. 

Hace unos días, este colectivo de ganaderos había estimado que el precio de los canales de mejor categoría de Ternera Gallega Suprema debería abonarse al ganadero a unos 7 euros. Cifras que están muy lejos de las cotizaciones que están alcanzando estos animales. De ahí que la Asociación de Gandeiros de Suprema optara por aprovechar la protesta de los transportistas para plantear sus propias reivindicaciones. Bloquearon la entrada a los mataderos y se negaron a entregar a sus animales para reivindicar unos mejores precios.

Su protesta tuvo eco en los tratantes, que también apostaron por paralizar su actividad, y hasta en el consello regulador de Ternera Gallega, que permitió seguir sacrificando con la categoría de Suprema aquellos animales que pasaran unos días de los diez meses. Medida que estará en vigor mientras dure la huelga. 

Tras más de diez días de paro y manifestaciones, la asociación decidió desconvocar su protesta. Confía en que mataderos, consello regulador y administraciones hayan tomado nota de sus reivindicaciones y, en los próximos días, se tomen las medidas necesarias para lograr una mejor cotización de estos animales. Sin embargo, el ceso de este paro no permitió devolver la normalidad al sector. Los tratantes de ganado aseguran que durante el día de ayer se detectaron los primeros movimientos de animales. «Estase a mover algo, pero son movementos estranos», explica Enrique Otero, presidente de la organización que agrupa a estos profesionales. Porque la huelga del transporte sigue activa y algunos no se atreven a mover sus camiones por miedo a represalias.

Otero confía en que el paro de los transportistas termine pronto, «porque levamos moitos días sen traballar e estamos perdendo moitos cartos». Por eso insta al Gobierno a sentarse con los huelguistas y lograr cuanto antes un acuerdo. Mientras esto no suceda, el sector no podrá recobrar la normalidad. «Estase traballando algo, pero moi pouco», insiste. Y eso no será suficiente para abastecer a unos comercios que se empiezan a quedar sin existencias. 

El lacto, también a la expectativa

Por otra parte, esta mañana a primera hora la calma que reinaba en torno a las explotaciones lácteas las llenaba al mismo tiempo de inquietud. De momento, ayer por la noche les habían recogido la leche, pero no saben hasta cuándo podrá hacerlo la industria, según fuentes de Unións Agrarias. Las industrias, al igual que todos estos días, siguen trabajando dentro de sus posibilidades y, aunque su intención es la de seguir recogiendo la producción de los ganaderos gallegos, el colapso que atraviesan sus fábricas impide que esto se pueda llevar a cabo.

Lactalis, por ejemplo, seguía ayer con las mismas dificultades. La compañía había podido recoger durante la noche parte de su producción, pero sus plantas seguían teniendo problemas para dar cabida a la leche. Y es que después de más de diez días sin recibir materiales primas que permitan envasar o transformar el producto y sin poder repartir sus productos a sus clientes, las fábricas están al borde del colapso.