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Una granja de caracoles de A Estrada lanza al mercado su primera cosecha

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

GANADERÍA

Miguel souto

Está especializada en una variedad de sabor silvestre y concha dura

21 mar 2022 . Actualizado a las 10:09 h.

Helena Puente Rozados y Manuel Hermida Fungueiriño son dos emprendedores estradenses que han visto en el caracol una opción de futuro. Él es originario de Vilagarcía y ella se crio en Pontecaldelas, pero los dos llevan unos años instalados en Santeles (A Estrada) para hacer realidad su sueño.

A Helena siempre le gustó la aldea. Se escapaba todos los veranos al campo y solía visitar el cebadero que tenía su abuelo en Sarandón. Con el tiempo estudió veterinaria, igual que Manuel. Ella trabajaba como veterinaria de producción. Él como veterinario clínico. Pero ninguno estaba convencido con su trayectoria profesional, así que ambos dejaron sus empleos para embarcarse en una aventura en común que está empezando a dar sus frutos. Helena trabaja por las mañanas en la protectora de animales de Vilagarcía y Manuel prepara oposiciones al cuerpo de veterinarios de la Xunta, pero ambos suman esfuerzos para tratar de convertir su granja de caracoles en un negocio rentable.

La granja está situada en la aldea de Traspedra (Santeles), en una casa de la familia de Helena que llevaba veinte años abandonada. La pareja se puso manos a la obra en el 2018 para poner a punto la propiedad para convertirla en residencia familiar y para montar una granja de caracoles. Salvo algún prado cedido para pasto, el resto estaba a monte. A principios del año pasado, la pareja ya tenía las fincas produciendo y el alta de su granja de caracoles, que este invierno ha dado su primera cosecha.

Los promotores de la granja querían alimentar de forma natural a sus caracoles, así que pusieron las fincas a producir de nuevo. «La alimentación de los caracoles es en un 90 % aproximadamente en fresco, a base de verduras, hortalizas y frutas. Comen manzanas, peras, pepino, calabacín, judía. Es una dieta vegetariana, como se hace en Italia y Francia. Una o dos veces a la semana se complementa con pienso porque el pienso va enriquecido con calcio y fosfato que no contiene el alimento fresco y eso permite que la concha esté más dura», explica Helena. Con este sistema consiguen caracoles con el mismo sabor que los silvestres pero con la concha dura como los de granja, algo que se valora en restauración para que la concha no se rompa y no acabe dejando tropezones en la salsa.

Los estradenses cultivan la variedad de caracol Helix Aspersa Maxima con ciclo completo, produciendo su propio alevín. «El que más se cría en España es el Helix Aspersa Müller, de unos ocho gramos la unidad. Nosotros apostamos por el Helix Aspersa Máxima, de 16 gramos, que se consume más en Italia y Francia, donde incluso se vende por unidad», explica Helena.

Hasta este año, la granja de Santeles ha funcionado en pruebas. La primera cosecha real ha llegado en diciembre. Ha sido de unos 200 kilos de caracoles, pero aproximadamente la mitad se han reservado para reproducción. El resto se han ido distribuyendo entre los hosteleros de la zona para tratar de abrir nichos de mercado.

«En Galicia el consumo de caracol es todavía muy limitado. Queremos que los cocineros prueben el producto y prueben a introducirlo en sus cartas. Nuestra idea es crear un pequeño nicho de mercado en Galicia», explica Helena Puente. La primera cosecha está a punto de acabarse, pero la segunda llegará en breve. Hay que hacerle hueco.