
La normativa europea obliga a identificar el lugar de nacimiento, cría, sacrificio y despiece de la carne, pero no el modelo de manejo. De todas formas, en el caso de una indicación geográfica como Ternera Gallega, el distintivo Suprema garantiza que los terneros han estado mamando con sus madres al menos hasta tener 7 meses de vida
26 ene 2022 . Actualizado a las 19:43 h.Hace un par de semanas, coincidiendo con las polémicas declaraciones del ministro Alberto Garzón sobre la calidad de la carne, un consumidor lanzó una petición en la plataforma Change.org para demandar que el etiquetado recogiese el tipo de ganadería en la que se crió el animal del que proceden las chuletas, los bistecs, el rabo o los callos que compras en el supermercado. Porque, de momento,especificar el modelo de manejo que usan las granjas no es obligatorio en las etiquetas. Su llamamiento llevaba este miércoles 62.411 respaldos.
Concretar el modelo de manejo usado favorecería claramente a un tipo de ganadería como la que se practica en Galicia: familiar y tradicional. De hecho, la carne de la IXP Ternera Gallega ya indica cómo se han criado los animales. Porque en el caso de la Ternera Gallega Suprema, la etiqueta de color rosa, indica que esa carne procede de terneros de hasta 10 meses de vida nacidos y criados en una explotación tradicional, con tierra y vacas madres, que han mamado como mínimo hasta los 7 meses de vida. Además de criarse y nacer en Galicia, también han de sacrificarse en la comunidad. En cambio la Ternera Gallega normal, la de etiqueta amarilla, es de terneros nacidos, criados y sacrificados en Galicia, pero que fueron destetados de sus madres para criarse en explotaciones de cebo. Estos pueden tener hasta 12 meses de vida.
Más allá de la carne etiquetada con el distintivo de una IXP (en ese caso ha de cumplir los pliegos de la indicación geográfica correspondiente) o de una Raza Autóctona (esta también ha de cumplir los pliegos que marca la raza), la normativa europea establece como obligatorio, en el caso de la carne de vacuno, mencionar el país de nacimiento del ternero, el estado de cría, sacrificio y despiece.
En el caso del porcino, ovino, caprino u aves de corral, lo que hay que indicar es el país de cría y sacrificio. Más allá de eso, en el caso de los productos que pongan Origen España, es totalmente indispensable que los animales hubieran nacido y se hubieran criado y sacrificado en nuestro país.
Jamón ibérico
En el caso del porcino, particularmente el jamón ibérico, tiene un etiquetado específico regulado en un real decreto que afecta a esos productos. Estos jamones pueden tener cuatro colores. El negro indica los productos de jamón de Bellota 100% Ibérico, aquellos que proceden de cerdos que son ibéricos en su totalidad y que fueron criados en libertad en las dehesas, alimentándose durante su última fase de engorde de pastos naturales, hierbas aromáticas y bellotas.
Las etiquetas rojas son para jamones de bellota ibericos, que no 100 % de esa raza, pero que también fueron criados en libertad como los anteriores.
Los distintivos de color verde son para jamones de cebo de campo ibérico, cerdos que fueron alimentados con piensos, aunque complementaron su alimentación con pastos naturales. Pueden ser de raza ibérica al 100% al 75 % o al 50 %.
La etiqueta blanca es para aquellos que proceden de cerdos alimentados con piensos compuestos por cereales y legumbres, pero que fueron criados en establos o cebaderos en régimen intensivo.