Patrocinado porPatrocinado por

Las granjas barbanzanas baten su récord lácteo con 165 millones de litros

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. ALVITE RIBEIRA / LA VOZ

GANADERÍA

Alvite

El buen dato no oculta otro ejercicio negativo por el repunte de costes de producción y la poca revalorización del producto

18 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El potencial lechero del área de Barbanza parece no tener fin. De hecho, desde que en marzo de 2015 desapareciesen definitivamente las cuotas lácteas que limitaban la cantidad que podía producir cada granja, el volumen de materia prima que sale de las explotaciones barbanzanas no ha dejado de crecer. El año pasado fueron algo más de 165 millones de litros, un 4 % más que durante el ejercicio anterior y una cantidad suficiente para garantizar las necesidades lácteas de más de millón y medio millón de personas o, dicho de otra manera, la mitad de la población gallega.

Detrás de este espectacular incremento de la producción interanual —duplica a la media registrada en el conjunto de Galicia— se encuentra el elevado grado de modernización y profesionalización de las ganaderías, circunstancia que ha permitido, por ejemplo, que en apenas un cuarto de siglo se haya logrado duplicar el volumen con menos de la mitad de las granjas.

En este sentido, destaca Mazaricos, que se consolida como el primer municipio lácteo de Galicia —le siguen A Pastoriza y Lalín— con una producción anual que supera ligeramente los 120 millones de litros de leche. Outes y Lousame, por su parte, se movieron en un volumen de entregas de 24 y 21 millones, respectivamente, durante el pasado año. En términos económicos, estas cantidades se traducen en un volumen bruto de negocio que supera los 80 millones de euros, cantidad en la que se incluyen los ingresos por venta de leche y el aprovechamiento cárnico de aquellas reses descartadas para la producción.

Con todo, el ejercicio fue sensiblemente peor que el anterior debido, principalmente, al fuerte incremento experimentado por los costes de producción y la escasa revalorización del precio de la leche en origen. La conjunción de ambos factores provocó que el sector cerrase el 2021 en números rojos al perder más de siete millones de euros.

Mal pagada

«O traballo dos gandeiros da zona non deixa de dar os seus froitos porque, nunca antes, tan poucas granxas deran tantísimo leite. A pena segue estando no mal pagada que está a nosa materia prima en comparación coa de outras comunidades autónomas ou incluso doutros países», apunta Óscar Blanco, presidente de Gandeiros de Mazaricos, que no oculta su malestar, sin embargo, por los bajos precios a los que liquidó la leche durante el año pasado. «Mentres custos de produción como a electricidade, o gasóleo o penso ou os fertilizantes se dispararon na volta dun 35 %, o prezo do leite apenas repuntou un par de céntimos. Como esta situación tan desastrosa non cambie, poucos daremos aguantado este ano enteiro sen ter que pechar as portas», explica el responsable de la principal agrupación profesional de ámbito municipal existente en Galicia que reconoce que el nivel de endeudamiento de las granjas se ha disparado durante los últimos años.

Diferentes estudios sitúan la deuda en más de 40 millones de euros, lo que equivale a una media de 120.000 euros por granja, un dinero que, en la mayoría de los casos, se sigue arrastrando de las inversiones realizadas para ampliar instalaciones y para adaptarse a las crecientes exigencias en materia ambiental o de bienestar animal.

De los planes de ayuda presentados por las granjas barbanzanas a Medio Rural se extrae que las explotaciones barbanzanas han destinado más de 130 millones de euros a la ampliación y mejora de sus sistemas productivos. Seis de cada diez euros de esta cantidad se dedicaron a la construcción y ampliación de establos y a la mejora de las instalaciones de ordeño. El resto se lo llevó la compra de maquinaria y de animales, aunque también hubo importantes recursos reservados al aumento de la base territorial de la explotación, aspecto fundamental a la hora de producir a costes razonables.

Desde el 2011, se gastaron más de 12 millones tanto en la adquisición o alquiler de fincas como en la recuperación para el cultivo de parcelas forestales y otras que estaban improductivas.

Sálvora

A pérdidas

Cada poco sale un gurú de la economía y sienta cátedra de cualquier ocurrencia, a veces tan obvia que da vergüenza ajena. Los ganaderos del área barbanzana podrían impartir seminarios sobre como sobrevivir a tantas apreturas alejadas de sus competencias individuales o colectivas produciendo más y mejor, mejorando más y mejor sus explotaciones, incrementando más y mejor la calidad de la cabaña ganadera. No tienen la suerte de que aparezca un ministro y en vez de sembrar dudas sobre sus explotaciones apriete a las industrias para que paguen la leche a su justo precio, y no a pérdidas.