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Francia dará a elegir entre cobrar la PAC o la pensión, ¿qué pasa en España?

Maria Cedron REDACCIÓN

GANADERÍA

CARMELA QUEIJEIRO

Agricultores españoles podrán compatibilizar jubilación y ayudas directas

22 nov 2022 . Actualizado a las 12:12 h.

La definición de agricultor activo es uno de los puntos que ha generado más debate a la hora de elaborar los planes estratégicos para la nueva política agraria común (PAC) tanto en España como en Francia. No es nada nuevo. La novedad es que justo esta semana el ministro de Agricultura galo, Julien Denormadie, aclaró cuáles serían las condiciones que deberían cumplir esos agricultores activos para continuar recibiendo ayudas directas de Bruselas. Además de contar con un seguro de accidentes laborales que certifique que tienen actividad, al cumplir los 67 años deberán de elegir entre cobrar la jubilación o percibir la subvención directa de la PAC. Esta última propuesta supone un avance porque antes la condición era dejar de cobrar ayudas al percibir la jubilación completa.

La propuesta francesa va en línea con una de las históricas reivindicaciones de organizaciones como Unións Agrarias, que pretendía ajustar mejor el reparto de fondos de la PAC para que realmente cumpliera su objetivo de ayudar a aquellos agricultores o ganaderos que viven del campo. No era más que reequilibrar los datos para repartir más adecuadamente el dinero de Bruselas.

Porque en España, según los datos del último estudio del FEGA realizado al respecto en el 2016, de los 811.019 perceptores de la PAC que había en España aquel año, 750.193 eran personas físicas. de ellas, un 38,8 % tenían más de 65 años. En Galicia, de los 28.642 perceptores que había en el 2016, un 21.7 % tenían más de 65 años. Estos percibían un 6,86 % de los fondos del primer pilar. «Non podemos dicir que todos os maiores de 65 anos estén xubilados, pero estano unha boa parte», explican fuentes de la organización agraria. En Francia, el número de perceptores de la PAC ronda los 350.000 y, según algunas publicaciones, el número de mayores de 67 años podría estar en unos 20.000.

La cuestión es que a partir de la entrada en vigor de la nueva PAC, de vivir en Francia y cumplir los 67, tendrían que elegir entre la pensión de jubilación o la ayuda de Bruselas. Eso, claro, en caso de que el anuncio realizado por el ministro francés acabe convertido en norma.

Pero en España, al menos de momento, parece que no tendrán que verse inmersos en ese dilema. ¿Por qué? Para poder acceder a ayudas directas de la política agraria común los agricultores o ganaderos deberán cumplir una de estas tres condiciones: Cotizar a la Seguridad Social agraria o cotizar por cuenta propia y, por tanto, no estarían jubilados; que su ingreso procedente de la actividad agraria (las ayudas estarían incluídas) debería representar más del 25 % de su renta total; o recibir menos de 5.000 euros de ayudas de la PAC. Por tanto, en caso de cumplir con alguno de los dos últimos baremos, podrían compatibilizar su compensación por jubilación con la percepción de los fondos de Bruselas.

Ese es un tema que las organizaciones agrarias han tratado de corregir durante las últimas negociaciones de la PAC, no lo han logrado. Su argumento es claro: otorgando las ayudas para los agricultores o ganaderos que realmente viven de eso, aunque hubiera menos fondos, estas serían más cuantiosas, lo que haría que realmente cumplieran esa función de ser el apoyo de una actividad agraria viable y respetuosa con el medio ambiente.