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Jornada de ocho horas, el objetivo de las nuevas granjas experimentales de ovino y caprino del sur de Lugo

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

GANADERÍA

El proyecto Praleite fue presentado en un foro celebrado en el Parador de Monforte
El proyecto Praleite fue presentado en un foro celebrado en el Parador de Monforte FRANCISCO ALBO

La Fundación Agroalimentaria de Galicia promueve el plan con apoyo de la Diputación lucense

03 dic 2021 . Actualizado a las 11:44 h.

Potenciar en Galicia la producción sostenible de leche y carne de ganado ovino y caprino es el principal objetivo del proyecto Praleite, impulsado por la Fundación Agroalimentaria de Galicia (Faga), que fue presentado hoy en el Parador de Monforte. La presentación se llevó a cabo en un foro denominado «Nacer e medrar», organizado por la fundación con el apoyo de la Diputación lucense y Banco Santander Agro. El proyecto consiste en crear unas granjas piloto que sirvan como modelo de producción sostenible desde el punto de vista económico, ambiental y social, y que ayuden a frenar la caída demográfica del medio rural.

El foro fue presentado por Jaime López, secretario de la Confederación de Empresarios Lucenses y de la fundación, y por José Tomé, presidente de la Diputación y alcalde de Monforte. En sus intervenciones coincidieron en la necesidad de cerrar los ciclos productivos el sector agroalimentario gallego y en el impacto que esto puede tener en la lucha contra la despoblación. «No nos queda más remedio que mirar hacia el rural», dijo López. Por su parte, Tomé calificó a la fundación como «un excelente instrumento para avanzar en la modernización, la diversificación y la dotación de valor añadido a nuestro sector primario, que es estratégico para el desarrollo social y económico de la provincia».

El proyecto se basa en un estudio realizado por los veterinarios José María González Sainz y Teresa Navarro Rodríguez — profesores de la Universidad de Zaragoza—, que se centró sobre todo en el sur de la provincia. El primero de ellos presentó el proyecto ante un público formado por representantes de la Asociación de Criadores de Ovino y Caprino de Galicia y de diversas empresas del sector agroalimentario.

En el acto también intervino, Carlos Cebrián, presidente de la Faga, quien señaló que la iniciativa «no nace como un proyecto subvencionado, sino que son las propias industrias las que tienen interés en la producción cárnica y láctea de explotaciones de ovino y caprino, y eso garantiza su viabilidad». Desde la fundación apuntan que en las industrias hay una elevada demanda de estas producciones, que por ahora tienen muy poco peso en Galicia.

Conciliación laboral y familiar y sostenibilidad ambiental, dos aspectos básicos

Las granjas piloto que se prevé crear dentro del proyecto Praleite están diseñadas de forma que el trabajo diario pueda llevarse a cabo en jornadas de ocho horas —de las que cuatro corresponderían a las tareas de ordeño—, a fin de favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. Las explotaciones también se han concebido para que sean atendidas por cuatro trabajadores, pero de manera que la labor diaria pueda ser asumida por tres personas, con el objeto de facilitar el establecimiento de turnos de días libres y vacaciones.

En el terreno de la sostenibilidad ambiental, las granjas piloto se han ideado para que dependan lo menos posible del suministro externo de forrajes, con la intención de reducir el uso de transportes y la emisión de gases de efecto invernadero. De este modo, las explotaciones producirán sus propios ensilados y también recurrirán al pastoreo.

Demostración y formación

Tal como se ha diseñado el proyecto, según indicó González Sanz, las granjas piloto de ganado ovino y caprino deben funcionar como centros de demostración y formación, sirviendo para que otros productores aprendan a gestionar de forma sostenible explotaciones de pequeños rumiantes y también a aplicar estos métodos a las granjas de vacuno. Si la experiencia tiene éxito, apuntó por otra parte, en el entorno de estas granjas pueden aparecer después otras explotaciones del mismo tipo, favoreciendo la creación de rutas estables de recogida de la producción láctea y cárnica. Y también pueden propiciar la aparición de empresas asociadas de transformación y de servicios.

Ovejas Lacaune y cabras alpinas, las variedades más idóneas

El estudio en el que se basa el proyecto Praleite fue realizado con la ayuda de la Diputación y, según explicó José María González, tuvo en cuenta factores como la viabilidad del medio físico, las comunicaciones —las redes de recogida de leche—, la existencia de servicios veterinarios y la demanda de la producción láctea y cárnica de ovino y caprino, entre otros aspectos.

Los autores del estudio, por otra parte, seleccionaron dos variedades de oveja y cabra que consideran más adecuadas para el proyecto por diversos motivos, entre los que se encuentran la capacidad de pastar, la facilidad para el ordeño mecánico, la productividad y los parámetros de reproducción. La oveja que recomiendan es la variedad francesa Lacaune, muy asentada desde la década de 1980 en otras comunidades, como Navarra, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra y Andalucía. En cabras, la variedad elegida es la alpina. González señaló que la oveja Lacaune ofrece especial interés no solo como productora de leche, sino también de corderos cebados.

Elección del lugar

Los promotores del proyecto todavía no decidieron en qué lugar se creará la primera de estas granjas piloto, pero desde la fundación señalan que lo más probable es que se establezca en el sur lucense, donde hay una mayor disponibilidad de hectáreas. De acuerdo con su intención, las granjas piloto podrían estar a cargo de ganaderos que ya cuenten con una explotación —preferentemente de tipo familiar— y que se animen a transformarla, o bien a cargo de nuevos productores.