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Carballos y toxos también quieren un pellizco en la tarta de la PAC

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Explotación de porco celta en la parroquia de Carballo (Friol)
Explotación de porco celta en la parroquia de Carballo (Friol) OSCAR CELA

Investigadores del campus de Lugo elaboran un informe para demostrar por qué las superficies con esas especies arbustivas deberían tener derecho a recibir fondos del primer pilar

31 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Por qué terrenos cubiertos con carballos o toxos, que acaban como alimento de los animales criados según el modelo de la ganadería extensiva, no pueden optar a ayudas de la política agraria común (PAC)? Esa es la pregunta que se plantearon hace unos días tanto representantes de agrupaciones de productores como investigadores de la  Universidade de Santiago de Compostela (USC) durante una reunión mantenida en Santiago. De ahí que hayan pensado en proponer que esas superficies puedan optar, aunque solo sea a un pellizco, de los fondos que llegan de Bruselas.

Un ganadero que tenga, por ejemplo, terreno con dos tipos de vegetación, pasto y toxo del que se alimentan caballos, solamente logra ayudas directas de la PAC por la pradera. Otro que disponga de terreno con carballos cuyas bellotas sirvan de alimentación a animales —por ejemplo, una explotación de porco celta— tampoco consigue fondos por la superficie arbolada. La única manera de poder optar a ellas en estos momentos es que ese terreno esté dentro de la Red Natura, como explica Rosa Mosquera, profesora de la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo que participó en la reunión.

Actualmente, las ayudas directas de la PAC, las del primer pilar, se conceden a agricultores y ganaderos en activo que poseen derechos de pago sobre unos terrenos donde se realiza una actividad agraria que puede ir desde la cría o cultivo de productos agroganaderos, al mantenimiento de superficies para pastos u otros cultivos forrajeros. Las cantidades que reciben esos ganaderos o agricultores son directamente proporcionales a la extensión del terreno. La cuestión es que a diferencia de lo que ocurre en países como Irlanda, precisó Mosquera, en Galicia las partes ocupadas por toxos o árboles no computan a la hora de cobrar las ayudas. Eso es lo que este grupo de trabajo quiere corregir ahora. El camino para lograrlo es la elaboración de un informe que será remitido a la Xunta, quien deberá defender su inclusión dentro del Plan Estratégico para la nueva PAC, que deberá ser ratificado por Bruselas.  

Aunque es verdad que en Galicia, matizó Mosquera, los pagos por superficie son mayores que en otros territorios de la Unión Europea, durante el foro fueron optimistas a la hora de lograr que toxos o carballos también sean tenidos en cuenta a la hora de cobrar la PAC. Una de las cuestiones en las que se puso énfasis fue que se trata de superficies de producción totalmente natural y que su cuidado excluye el empleo de herbicidas o de otros productos. Además, reconoció Mosquera, conviene tener presente que el uso de la ganadería es una estrategia reconocida como eficaz en la limpieza del monte y en la prevención de incendios.

Si la pretensión finalmente sale adelante, se logrará que ese terreno con carballos o toxos pueda computar en los pagos directos de la PAC pero también en los ecoesquemas, como parte de las ayudas por agroecología o por prácticas agroforestales. Las dos vías de pagos son compatibles, y las segundas constituyen un plus por prácticas de sostenibilidad.

La jornada contó con la participación de Diego Canga, consejero principal de la Unión Europea, y de representantes de distintas asociaciones profesionales. Su presencia sirvió para comentar la necesidad de dar facilidades a emprendedores de producción ecológica, promoviendo su acceso a explotaciones agropecuarias que carecen de relevo generacional o a terrenos que se han quedado sin uso. En el citado foro se acordó solicitar que se les ofrezcan ayudas económicas, además de nociones de asesoramiento y de formación.

Necesidad de medidas para aumentar la producción ecológica en Galicia

Galicia necesita aumentar el porcentaje de explotaciones agropecuarias en régimen ecológico. Las que trabajan en ese sistema solamente suponen, como comentó Rosa Mosquera, el cuatro por ciento del total. El porcentaje está muy lejos del 25 % al que se debe llegar en el 2030, condición que figura entre los objetivos del denominado pacto verde. Países como Dinamarca o Suecia ya lo han conseguido, precisó la profesora del Campus Terra.

Una medida que se considera idónea para estimular esa producción es que edificios públicos —colegios, hospitales o cuarteles, por ejemplo— apuesten en sus comidas por el consumo ecológico, con lo que se elevaría la demanda. También se reconoció la necesidad de dar ayudas a quienes cambien una explotación convencional a una de agricultura ecológica o de ganadería ecológica y de reducir los trámites burocráticos a quienes decidan iniciar esta actividad.