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La vacuna contra la Peste Porcina Africana, cada vez más cerca

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

PACO RODRÍGUEZ

España lidera los trabajos par el desarrollo de este fármaco, que estaría listo en el 2024 para aprobación de las autoridades sanitarias

05 oct 2021 . Actualizado a las 09:30 h.

España es uno de los países europeos que está libre de la Peste Porcina Africana (PPA), pues la enfermedad se declaró erradica en el año 1995. Sin embargo, eso no significa que la situación no preocupe al sector porcino, que ve como esta plaga se va extendiendo por toda Europa. Investigadores de la Facultad de Veterinaria de la  Universidad Complutense de Madrid, liderados por el catedrático José Manuel Sánchez-Vizcaíno, acaban de anunciar que tendrán lista una vacuna contra la enfermedad en el año 2024. Lo hicieron durante el primer taller internacional para el sector porcino, organizado por COAG, Coordinadora Europea Vía Campesina y Horizcience, en el marco del proyecto europeo VACDIVA.

Explican en COAG que Sánchez Vizcaíno adelantó que se prevé comenzar en el 2024 en Lituania, Rumanía y Kenia planes piloto de vacuna de la PPA. El investigador se mostró también esperanzada de que una enfermedad tan compleja y extendida por los cinco continentes con multitud de variantes,disponga ya de tres prototipos de vacuna para jabalíes y cerdo doméstico, con resultados prometedores.

La PPA es una enfermedad bastante desconocido, que ha dado tres grandes saltos para propagarse desde el continente africano. El primero, en 1957, cuando se detectaron los primeros casos en Portugal. Tres años después llegó a España, donde actualmente está erradicada, y en el 2007 comenzó a afectar a los cinco continentes, con ocho escenarios epidemiológicos, lo que implica, según Sánchez-Vizcaíno, que no exista una receta única, sino que se debe abordar poniendo en práctica programas de contingencia adaptados a cada país. «En China, totalmente afectada por la enfermedad, las cuestiones de tipo cultural son las más difíciles de controlar. Su tradición de comprar sangre para alimentación y usar desperdicios de los alimentos para el ganado ha contribuido en gran medida a su propagación», asegura. 

Los principales riesgos que se afrontan actualmente, según este catedrático, son la globalización, el hecho de que se haya confirmado su presencia en Haití, que existan planes de contingencia poco adaptados a los países y que las pequeñas granjas carezcan de información adecuada y de medidas de bioseguridad, como el doble vallado.

Para evitar estos problemas, añade el experto, sería necesario implantar planes de contingencia adaptados a cada realidad, aumentar la bioseguridad en granjas, transportes y mataderos, contar con laboratorios preparados y programas sanitarios eficaces. «La detección temprana es esencial, si un ganadero sospecha que se encuentra frente a un caso de PP, debe realizar una PCR y un test serológico», sostiene. Y aunque considera esencial disponer de una vacuna y eficaz, el control de la fauna salvaje, la bioseguridad y la colaboración de administraciones y ganaderos son también fundamentales para poner fin al problema.