Patrocinado porPatrocinado por

Investigan cómo obtener energía y fertilizante de las deyecciones avícolas

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

cedida

El proyecto Avienergy busca promover un uso eficiente de los recursos de las granjas de pollos y pavos

05 oct 2021 . Actualizado a las 09:27 h.

Las deyecciones que se producen en las granjas avícolas pueden convertirse en un gran problema. Porque, aunque la forma más común de deshacerse de ellas es utilizarlas como abono natural, lo cierto es que las nuevas normativas sobre fertilización complicarán esta práctica, sobre todo, en zonas con alta carga ganadera. Es por ello que la Fundación Empresa Universidade (Feuga) participa en el proyecto Avienergy, en el que también trabajan Energylab, Demaux Manufacture, Granja José Antonio García Blanco, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura), Avícola El Charcón, Alimentos del Mediterráneo y la Universidad de Vigo. Su objetivo será buscar nuevos usos para esas deyecciones, quemándolas para obtener energía que pueda abastecer a las granjas o convirtiéndolos en abono de calidad. La investigación dispone de un presupuesto de 583.672 euros.

Avienergy está dirigido por un grupo operativo de carácter supraautonómico, que abarca las regiones de Galicia, Castilla y León y Murcia. Su principal objetivo es tratar de poner en valor las deyecciones generadas en las explotaciones avícolas, cuya producción en España se estima en 12 millones de toneladas al año. La idea de los investigadores es convertir esos estiércoles, procedentes sobre todo de granjas de engorde de pollos y de pavos, en materia prima para la obtención de una fuente de energía renovable y de fertilizantes.

Explican los investigadores que la combustión de este tipo de residuos permitirá la obtención de energía térmica para satisfacer la demanda de calor existe en este tipo de explotaciones. También se analizará la viabilidad de implantar un sistema de microgeneración para la obtención de energía eléctrica a partir del excedente térmico que no use la granja. «La electricidad así generada podrá ser utilizada por la propia granja, reduciendo la dependencia energética de las instalaciones», asegura Christian Di Stasi, investigador sénior del área de Bioenergía de Energylab.

¿Cómo se lleva a cabo ese proceso? «Las deyecciones avícolas, así como la mayoría de las biomasas, pueden ser quemadas para obtener energía térmica. Como se quemaría un pellet de madera, sería posible quemar un pellet de pollinaza», añade este investigador. Relata, además, que buena parte de estas granjas cuenta con una caldera en sus instalaciones, por lo que el proyecto plantea el diseño de un quemador adaptado a este tipo de residuos. «Este aprovechamiento térmico permitiría disminuir la dependencia energética de la explotación», argumenta Di Stasi.

Uno de los problemas que presenta esta práctica es que las deyecciones contienen una elevada carga de humedad, lo que reduce la cantidad total de energía aprovechable. Por eso la investigación también se centrará en estudiar diferentes técnicas de secado, a ser posible de bajo coste, para producir deyecciones secas que puedan ser empleadas como combustión para la obtención de energía térmica y eléctrica de una forma más eficiente. Además de eso, también se prevé la implantación de sistemas de limpieza de los gases de escape, con el fin de lograr que todo el sistema que se va a implantar sea respetuoso y amigable con el medio ambiente.