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Galicia investiga las mejores variedades de maíz en más de un centenar de campos de ensayo

X.R. Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Alvite

Las principales multinacionales de las semillas y los fitosanitarios tienen en la comunidad su banco de pruebas

29 sep 2021 . Actualizado a las 20:15 h.

Con algo más de 70.000 hectáreas sembradas este año, Galicia produce el 75% de todo el maíz forrajero del estado. La gramínea, de la que se ensilarán durante las próximas semanas casi 2,5 millones de toneladas, se ha convertido en el principal alimento sobre el que se sustenta la producción de las vacas lecheras hasta el punto de que un animal de alta producción llega a ingerir 40 kilos diarios.

Teniendo en cuenta estos datos, no resulta extraño que las principales multinacionales del sector de las semillas y los fitosanitarios tengan a la comunidad como principal banco de pruebas de sus nuevos productos. Solo en cuanto a nuevas variedades se reparten por toda la geografía gallega más de un centenar de campos de ensayo en los que se prueban los granos que, de mejorar lo existente hasta el momento, llegarán al mercado durante las próximas campañas.

«La investigación y la innovación continua resultan fundamentales para obtener unos cultivos abundantes y de calidad. Cada zona de Galicia tiene unas características especiales por lo que hay que buscar la semilla que mejor se adapte a cada territorio. Utilizar la variedad más adecuada puede ser la diferencia entre ganar o perder dinero al final del año», apunta Anxo Valiño, responsable de desarrollo de producto de Bayer Crop Science para la zona noroeste que durante estos días está controlando la evolución de varios campos de ensayo sembrados en la comarca del Xallas.

Fincas laboratorio en las que se analiza desde el porte de la planta hasta el mantenimiento de su verdor ­—el llamado stay green— pasando por su nivel de enraizamiento, la correcta formación de la mazorca o su grado de maduración. «En verde controlamos más de una veintena de parámetros distintos que se complementan con análisis completos en laboratorio de las plantas una vez llegan a su momento óptimo de maduración», apunta este profesional que supervisa campos de ensayo en los que se prueban más de 50 variedades distintas y en los que se realiza una vigilancia especial del Helminthosporium, un hongo que puede provocar graves daños en las plantaciones. «Tan importante como obtener un maíz muy productivo es lograr que sea sano. En este sentido, buscamos variedades resistentes a la actuación de Helminthosporium cuya actuación causa graves daños en las hojas de la planta que merman la producción e incluso puede echar a perder toda la cosecha».

Control por satélite

Tal es la importancia que se da a estos campos de ensayo que incluso se emplean sofisticados sistemas satélite y cámaras multiespectrales montadas en drones para realizar un seguimiento de la evolución de los cultivos. Información que resulta muy útil a los profesionales a la hora de valorar la presencia de posibles plagas o enfermedades e incluso las potenciales necesidades de agua o nutrientes que puedan tener las plantaciones.

«Utilizamos todas as ferramentas tecnolóxicas que están na nosa man para conseguir aquelas variedades que mellor se axusten ás necesidades dos gandeiros. O seguimento satélite permite, por exemplo, detectar carencias dos cultivos que a simple vista, principalmente en fincas grandes, son difíciles de detectar», apunta Marcos García Vázquez, ingeniero agrónomo y técnico de campo de la multinacional de semillas Dekalb, que reconoce que esta campaña el cultivo acumula cierto retraso debido a la escasez de horas de sol y calor durante el verano.

En este sentido, señala que de mantenerse el buen tiempo, la recolección masiva podría iniciarse en poco más de una semana, aunque aquellas zonas donde la siembra fue más tardía tendrán que esperar hasta bien entrado el mes de octubre.