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El turismo y el alza de la hostelería elevan las ventas de quesos gallegos

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Quesos de denominaciones de origen, a la venta en una tienda de la plaza de abastos de Lugo
Quesos de denominaciones de origen, a la venta en una tienda de la plaza de abastos de Lugo ALBERTO LÓPEZ

Las fábricas notan la llegada de forasteros que compran directamente

16 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los quesos gallegos viven un buen verano. El turismo y el repunte de la hostelería parecen notar el Xacobeo 2021-22 y una recuperación de la actividad que coincide con el descenso de restricciones de la pandemia. La llegada de forasteros y el aumento del ritmo de trabajo en la hostelería se perciben en fábricas e las cuatro denominaciones de origen de queso gallegas (Arzúa Ulloa, San Simón da Costa, Tetilla y O Cebreiro). Con matices, los responsables de queserías coinciden en que el 2021 es mejor que el 2020, y alguno incluso afirma que el año próximo, por la prolongación del Xacobeo, puede ser mejor que este.

Que agosto es un mes con más potencia turística que julio es algo que se nota en las ventas. Verónica Sánchez —de Queinaga, quesería de la D.O. Arzúa Ulloa con sede en Curtis— explica que el mes pasado empezó con un aumento de la distribución, rebajado luego, y que el ritmo se ha recuperado. Un factor que parece indicar con claridad la llegada de forasteros es que los distribuidores le comentan la rapidez con la que venden en zonas como las Rías Baixas.

Salvador José Carreira —de Terra de Melide, que tiene su fábrica en el municipio melidense— apunta que las ventas, sin aumentos espectaculares, sí son mayores este verano. Destaca que la recuperación del ritmo en la hostelería, poco activa el año pasado, y la llegada de turistas generan una mayor salida del producto, que se manda tanto a bares y a restaurantes como a tiendas y a supermercados.

Un diagnóstico positivo es el de Rocío Cuba —de la quesería Don Crisanto, situada en Vilalba y perteneciente a la D.O. San Simón da Costa—. «Estamos a tope», comenta. Reconoce que el mes de agosto es, por lo general, mejor que el de julio: pero agrega que este 2021 está siendo incomparablemente superior al 2020.

«Agosto está sendo terrible». La expresión es de Modesto Toubes —responsable de otra quesería vilalbesa, Casleiras— para describir el ritmo de fabricación y de ventas. «Non vin cousa igual», recalca. En su caso, de tiendas y de supermercados procede la mayor parte de la demanda, superior a la que del sector hostelero. Por otro lado, Toubes opina que el aumento no se explica solo por el aumento del turismo sino también por una mayor vida social, prácticamente inexistente en el 2020.

Carlos Reija —cuya quesería, Santo André, está situada en Castroverde e incluida en el Consello Regulador de la D.O. Cebreiro— también participa de la impresión favorable, y recalca que el 2020 fue bueno por las ventas a tiendas a supermercados, mientras que el 2021, dice, también destaca por la demanda de la hostelería. Para Reija, la prolongación del Xacobeo al 2022 acabará favoreciendo una notable actividad en el año próximo.

El Camino ayuda

Más prudente es la opinión de Juan Manuel García, de Lácteos Moeche. Su factoría, ubicada en el concello coruñés de igual nombre, elabora queso tetilla que ahora se vende un poco más en hostelería. En cambio, en municipios cercanos al Camino de Santiago se percibe mejor ese aumento de animación y de ventas: Andrés Pereira —de Agro Despensa, quesería de Touro y perteneciente a esa misma denominación de origen— explica que la mayor demanda es, en buena parte, consecuencia de la presencia de peregrinos en la ruta jacobea, sin olvidarse del turismo en general. «Vén xente de vacacións, e parece que este ano, máis», sostiene.

Amelia Colmenero —de Cobideza, situada en Agolada y adscrita a esa citada denominación— se atreve a concretar el aumento: asegura que las ventas han crecido este año un 90 % sobre el pasado. Por otro lado, la llegada de turistas no se nota solo en el aumento de las ventas en tiendas y en supermercados o de los encargos de hostelería. Crece también el número de compradores que acuden a las fábricas a adquirir los quesos, bien porque son clientes ya fijos desde hace años, bien porque aprovechan la estancia en Galicia para conocer esa experiencia.

El fenómeno parece común a unas y a otras denominaciones de origen, al margen de la ubicación de la factoría: se nota, por ejemplo, en Vilalba, en Melide o en Curtis. También se aprecia la tendencia de que las piezas de menor tamaño tienen cada vez más demanda.