Patrocinado porPatrocinado por

Los caballos de Monte Faro fueron a la desparasitación, pero sin la rapa

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

GANADERÍA

La asociación de criadores de Vimianzo reunió 140 ejemplares para su tratamiento

19 jul 2021 . Actualizado a las 10:26 h.

Vimianzo se quedó sin rapa por segundo año consecutivo. Sin embargo, los ganaderos tienen que hacer su labor de desinsectación y desparasitación haya espectáculo caballar o no. Así que ayer se levantaron muy temprano y a las ocho y media de la mañana ya estaban en el monte para juntar las 140 reses para bajarlas para la zona de Areosa, donde está el curro y demás instalaciones para el tratamiento de los ejemplares.

Fueron 20 socios los que se encargaron de una tarea que no es fácil. «Son traballos que che teñen que gustar», dice Adrián Martínez, presidente de la asociación Monte Faro, que es la que cuida el ganado en el monte y se encarga todos los años de organizar la Rapa das Bestas.

Fueron a primera hora porque con el calor que hace estos días la manada sería mucho más difícil de manejar con mucho sol, al tiempo que la tarea se haría mucho más penosa. Llevaron los caballos, las yeguas y los potros a un cercado situado junto al curro. Fue allí donde se llevaron a cabo los tratamientos, supervisados por un veterinario.

Explica Adrián Martínez que, actualmente, todo este procedimiento ha de contar con autorización municipal y demás Administraciones competentes. «Non se pode facer así como así», agrega. Se quejan en el sector que hace falta mucha vocación y amor a los animales para poder cuidar una buena yeguada mostrenca, pues además del coste económico, tienen que añadir las exigencias burocráticas, así como las pérdidas por los ataques de lobos que luego no son indemnizadas.

No se tienen en cuenta, por otra parte, las ventajas de tener este ganado en los montes, pues hacen de desbrozadora y, en cierta medida y pese a ser pocos, controlan la maleza para evitar los efectos dos incendios. «A ver se sequera para o ano pode haber rapa», concluye Adrián.