Interprofesionales elaboran un documento para describir la aportación que hace a la salud, la sostenibilidad y el empleo
01 jun 2021 . Actualizado a las 17:39 h.El sector de la ganadería ha cerrado filas contra las declaraciones realizadas hace poco más de una semana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación de la estrategia España 2050 para hacer frente a lo que se ha dado en llamar emergencia climática. Las interprofesionales del vacuno (Provacuno); cerdo (Interporc); caprino y ovino (Interovic); cunícola (Intercun); avícola (Avianza), y cerdo ibérico (ASICI) se han tomado unos días para meditar bien la respuesta que enviar a Sánchez después de que este invitara a los españoles a cambiar sus hábitos de consumo reduciendo, entre otras cosas, el consumo de carne. Y ya la tienen lista en un documento suscrito por todas ellas que han enviado a Sánchez en el que, entre otras cosas, recuerda al presidente que en España, «dependen de la actividad ganadera, según la FAO, más de 2,5 millones de personas, desde los agricultores que cultivan los cereales y forrajes para alimentar al ganado, pasando por la industria de fabricación de piensos, los ganaderos, las industrias cárnicas, la industria de la sanidad animal, los veterinarios, el sector de logística y transporte ganadero y cárnico, las industrias auxiliares, las cadenas de distribución y las carnicerías o charcuterías minoristas». Además, le recuerdan un dato que maneja el Ministerio de Agricultura: «La actividad ganadera se desarrolla en más de 350.000 granjas de toda la geografía nacional que aportan en torno a 16.000 millones de euros a la Producción Final Agraria». Pero esos son solo unos pocos de los muchos datos que aportan en su documento para recordar que los sectores «ganadero y cárnico son el motor de la España rural y un agente fundamental del desarrollo social y económico».
Pero como lo que parece preocupar a Sánchez es la «emergencia climática», también recogen datos que desmontan las teorías del gran impacto ambiental que provoca la actividad ganadera. En este sentido, aluden por ejemplo a datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que muestran como la producción ganadera representa únicamente el 7,8 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero en España. En cambio, el transporte supone el 27 %, mientras que la industria el 19,9 %. Pero además pone ejemplos del compromiso del sector con el cumplimiento de los retos medioambientales que vienen. Y recuerdan acciones sectoriales como reducir un 15 % la huella de carbono en el sector vacuno; rebajar en un 47 % las emisiones de amoníaco y un 54 % las de metano en el sector porcino, ahorrar hasta un 30 % en el uso de agua por cada kilo de carne producido o fomentar las producciones sostenibles de carne de conejo, cordero y ave.
En un intento quizá de hacerle ver cómo es la España rural real también detallan el papel de ganadería en ese medio rural. Y para ello citan varios estudios en los que se alude a como el mantenimiento de esa actividad y la utilización de las superficies de pastos genera «un amplio abanico de servicios ecosistémicos, entre los que destacan el secuestro de carbono, la retención de agua y recarga de acuíferos, la lucha frente a la erosión, la prevención de incendios y la conservación de la biodiversidad».
No olvidan tampoco recordar los beneficios de la dieta mediterránea, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y donde uno de los ingredientes fundamentales junto con la fruta, la verdura, los lácteos... es la carne. En este sentido, hablan de todo lo que esta aporta: hierro, fósforo, zinc, potasio, selenio, magnesio, vitaminas B3, B6 o la B12, que no se encuentra en alimentos de origen vegetal. Y dan datos como que los países con menor consumo de carne per cápita tienen las tasas de retraso en el crecimiento infantil más altas.
Por algo, dicen, según el ránking de Bloomberg, España es el país más saludable del mundo.