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Número de vacas o modelo de manejo, ¿cuál será el criterio para frenar las macrogranjas?

María Cedron REDACCIÓN

GANADERÍA

Un grupo de vacas frisonas de una granja gallega, donde el modelo es totalmente opuesto al que quieren implantar las macrogranjas
Un grupo de vacas frisonas de una granja gallega, donde el modelo es totalmente opuesto al que quieren implantar las macrogranjas ALBERTO LÓPEZ

El Consejo Federal Alemán debate una propuesta para limitar el tamaño de las explotaciones intensivas,  al tiempo que Luis Planas ha anunciado también hace unos días que vetará a esas mastodónticas granjas

13 may 2021 . Actualizado a las 17:56 h.

El laberinto en el que se han visto envueltos los promotores de la que prometía ser la mayor granja de leche de Europa con 20.000 vacas en el ayuntamiento soriano de Noviercas ha reabierto el debate sobre la autorización, o no, de macrogranjas. Justo en Alemania el Consejo Federal Alemán debate ya una propuesta de un lan, el de Mecklemburgo-Pomerania Occidental apoyado por el de Brandemburgo, para restringir el tamaño de las explotaciones intensivas. Además hace unos días el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció durante el Congreso de UPA que su departamento aprobaría este año una norma para frenar la instalación de estas faraónicas explotaciones. Pero no dio más detalles. 

Esa falta de concreción sobre cuáles serán los criterios que seguirá el ministerio a la hora de poner límites a este tipo de instalaciones de producción intensiva ha desatado la preocupación entre las organizaciones agrarias que, al igual que Bruselas o el propio Gobierno, defienden un modelo de granja familiar respetuosa con el medio ambiente. Al fin y al cabo, ese es el modelo predominante en comunidades como Galicia, la principal potencia lechera del Estado.

Su principal temor es que la prohibición se limite al número de reses porque, aunque Agricultura no ha confirmado nada de modo oficial, fuentes cercanas al Ministerio hablan de que el criterio podría estar en quedarse por debajo de las 1.000 vacas. Pero esa parece no ser la cuestión. El secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, apunta que «o que hai que pensar é qué modelo queremos, se nos deixamos levar só pola economía de escala e un modelo intensivo ou primamos as granxas familiares que avanzan no camiño de sostenibilidade xestionando ben os recursos e dexeccións ou afondando no benestar animal e iso non é unha cuestión de número de animales, senón de modelo».

De hecho, la búsqueda de la sostenibilidad parece ser el quiz de la cuestión. Para José Manuel Andrade Calvo, gerente de la Fundación Juana de Vega, entidad encargada de elaborar el Plan Estratéxico para o Sector Lácteo Galego, «as macrogranxas van en contra dos principios de sostibilidade e de benestar animal que se promoven desde a UE a través do Pacto Verde Europeo, no que o sector primario debe xogar un papel fundamental, de forma que a produción de alimentos teña un impacto positivo no medio ambiente, garanta a seguridade alimentaria e estimule a competitividade e a resiliencia do sector».

Modelo gallego

En este sentido, el modelo de producción de Galicia juega con ventaja porque conectan directamente con la forma de producir que quiere Europa. Actualmente, las granjas lácteas podrían dividirse en cuatro categorías que van desde las más pequeñas, con una media de 18 vacas y que concentran un 20 % de la producción láctea, a las más grandes, con una media de 163 vacas en producción. Y son estas las que producen el 35 % de la leche que sale de Galicia.

Por eso, para Andrade «convén preservar a agricultura familiar con visión empresarial e profesionalizada e poñer en valor o seu traballo a prol da produción alimentaria, da xestión do territorio e no mantemento da biodiversidade, que beneficia a todos».