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El can de palleiro duplica su población en cuatro años

M.C. REDACCIÓN

GANADERÍA

ANGEL MANSO

El Consello de la Xunta prevé renovar el convenio de colaboración con el club encargado de recuperar la raza autóctona

18 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que crecieron en aldeas de la montaña de Os Ancares o Forgoselo saben bien que es complicado que un pastor alemán se lance a una toxeira al rescate de una vaca. Pero «un can da casa», un pastor alobado, no lo duda. Y no hace falta que su dueño le guie porque de lo que sabe un palleiro es de pastorear. Ese perro valiente, de porte esbelto, no es otro más que el perro de raza can de palleiro. Fue en aldeas de esas zonas recónditas de montaña donde los fundadores del Club de Raza Can de Palleiro fueron a buscar el rastro genético de un animal fiel de esa raza autóctona de pedigrí galaico. Y de estar identificados únicamente 925 ejemplares en el 2017, se ha pasado ahora a un censo de 1.775 animales, más de un 90 % más que hace cuatro años. 

Para apoyar la labor de ese Club que echó a andar hace 19 años, la única asociación oficialmente reconocida por la Xunta para colaborar en el programa de recuperación de la raza y para la gestión de su libro genealógico, el Consello de la Xunta tiene previsto aprobar hoy la renovación del convenio de colaboración entre la Consellería do Medio Rural Club da Raza Can de Palleiro para la promoción y fomento de la raza hasta el 1 de diciembre del 2024. Para todo ello destinará un total de 60.000 euros, repartidos en partidas anuales de 15.000 euros. La cantidad triplica la recogida en el convenio anterior. 

Ahora, entre otras cosas, tendrá que continuar recorriendo las aldeas en busca de animales que puedan responder al prototipo racial del can de palleiro para solicitar su registro, organizar cursos de formación de jueces especialistas en esta raza gallega y determinar qué animales son válidos para la reproducción de la raza en base a su línea genealógica. 

También tendrán que facilitar información a los criadores sobre los cruces más adecuados, vigilando que haya el menor cruce de consanguinidad.