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Dos trabajadores, posible origen del foco de coronavirus en la granja de visones de A Baña

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Álvaro Ballesteros

Medio Rural descarta sacrificar a los animales de otras explotaciones gallegas, como se hizo en países como Dinamarca

01 feb 2021 . Actualizado a las 17:33 h.

Todo parece indicar que el origen del foco de SARS-CoV-2 que se detectó en una granja de visones de A Baña está en las dos personas que atienden esta instalación. Esa es al menos la hipótesis con la que trabaja la Consellería do Medio Rural, que ayer decidió sacrificar los 3.100 animales que criaba esta explotación. Según relata el director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, fueron dos pruebas no concluyentes realizadas a los animales las que hicieron saltar las alarmas. Posteriormente, se le realizaron también a los trabajadores y, aunque las PCR fueron negativas, sí que dieron positivo en las pruebas serológicas, lo que significa que en algún momento pasaron la enfermedad sin tener síntomas.

Después de que se detectaran los primeros positivos en granjas de visones de Holanda y Dinamarca, Europa estableció unos protocolos de seguimiento y vigilancia de estas instalaciones. En Galicia, la tarea recayó en manos de la Consellería do Medio Rural, siempre en estrecha colaboración con el Ministerio de Agricultura y Saúde Pública. Fue precisamente ese protocolo, asegura José Balseiros, el que permitió detectar el foco en la granja santiaguesa. «Ese sistema establece unha vixiancia pasiva, na que os veterinarios das granxas nos informan se hai algunha sospeita clínica de que os animais poida estar infectados, e unha activa, na que realizamos probas quincenais en todas as granxas», asegura el director xeral. Durante uno de esos análisis, se detectó un resultado no concluyente en la granja. Eso fue a mediados de diciembre y, desde entonces, la instalación fue sometida a más vigilancia. «Incrementamos a frecuencia dos análises e as seguintes tres series viñeron negativas», asegura. Ahora, han vuelto a aparecer dos casos no concluyentes, lo que lleva a las autoridades sanitarias a sospechar que el virus puede estar circulando por esta instalación.

Eso, unido a los resultados que arrojaron las pruebas practicadas a los trabajadores, llevó a la Xunta a tomar la decisión de comunicar al Ministerio de Agricultura su intención de eliminar a todos los visones que se criaban en esta explotación, un total de 3.100 animales. También se hará una desinfección y limpieza de las dependencias, que quedarán inmovilizadas y cerradas hasta que se acredite que se han realizado todos los trabajos necesarios para poder reabrirla. Por ahora, se trabaja con la hipótesis de que fueran los trabajadores los que contagiaron a los animales, porque tampoco existe evidencia científica de que los animales puedan transmitir el virus a los humanos. «Moi probablemente ese sexa o motivo da infección, pero hai que tomalo con todas as precaucións porque todo está baixo investigación», añade el director xeral.

Explica Balseiros que por ahora queda completamente descartado tomar medidas más drásticas, como hizo Dinamarca en su día que decidió sacrificar a todos los animales del país. «Neses países as explotacións están moi pegadas e pode haber transmisión do virus polo aire. As explotacións galegas están moi separadas e é absolutamente imposible o contaxio». Insiste en que se mantendrán activos todos los sistemas de vigilancia y que, en caso de que se detecten más positivos, se tomarán las medidas oportunas. «De forma xenérica nós non podemos facer nada, porque incurriremos nunha ilegalidade», argumenta.