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Galicia cierra el año con récord de producción lechera, pese a la desaparición de granjas

X.R. alvite REDACCIÓN

GANADERÍA

ANGEL MANSO

Aunque el precio de la leche es el mejor en 6 años, aún es el más bajo de España

07 ene 2021 . Actualizado a las 18:32 h.

Nunca menos granjas dieron tanta leche. Por quinto año consecutivo, Galicia volverá a batir su récord histórico de producción láctea al poner en el mercado casi 2,9 millones de kilos de leche, justo el doble que hace tres décadas y un 40% del total de la materia prima que se produce en el conjunto del estado. Paradójicamente, este aumento de las entregas se produce en un contexto marcado por la reducción del censo de explotaciones, que ha cerrado el año con una merma de 347.

A día de hoy, producen leche en Galicia casi 6.800 granjas, una décima parte de las que estaban en activo hace tres décadas, cuando España empezaba a asumir la nueva realidad agraria derivada de su entrada en la Unión Europea y que, en el sector lácteo, supuso la adopción del sistema de cuotas lácteas, un mecanismo de regulación del mercado que establecía topes máximos a la producción de cada granja pero que, sin embargo, no logró frenar el imparable potencial productor gallego.

Tanto es así que durante las tres últimas décadas el sector ha experimentado una profunda transformación que se traduce, tanto en un mayor dimensionamiento de las granjas, como en la mejora de los sistemas productivos y en un espectacular aumento de la calidad morfológica y sanitaria del rebaño. Si a principios de los noventa una explotación media contaba con 25 cabezas de ganado y 8 hectáreas de terreno, ahora las cifras han crecido hasta los 50 animales y las 20 hectáreas de superficie agraria útil. Más llamativa todavía resulta la evolución experimentada por las vacas, que, en poco más de dos décadas, han pasado de producir 6.300 litros de leche al año a superar con facilidad los 8.500.

Para alcanzar la situación actual, el sector ha tenido que pagar, sin embargo, un alto precio. A las granjas que no han aguantado el tirón y se han visto obligadas a cerrar sus puertas hay que unir el excesivo nivel de endeudamiento que sufren muchas, debido a los escasos márgenes de beneficio de su actividad y, principalmente, a las costosas inversiones que han tenido que llevar a cabo para mantenerse en activo. Se calcula que durante la última década, las granjas han destinado más de 1.500 millones de euros a su modernización, cantidad sensiblemente superior a la desembolsada para el mismo fin por la industria transformadora asentada en la comunidad.

Cada segundo salen de las granjas gallegas 85 litros de leche, lo que da una idea aproximada de un potencial lácteo que no solo sitúa a la comunidad en el vagón de cabeza de las principales regiones a nivel europeo, sino que la eleva a potencia mundial si se vincula el volumen de producción al de su población total.

Aunque lejos de los 35 céntimos en los que varios estudios de costes sitúan el umbral mínimo de rentabilidad de las granjas lecheras gallegas, lo cierto es que el precio de la leche cierra el año en los niveles más altos de los últimos seis ejercicios. Según los datos que maneja el Fondo Español de Garantía Agraria (Fega), la cotización media de la materia prima en el 2020 en Galicia fue de 32,2 céntimos, un 2 % más que durante el año anterior.

Con todo, la comunidad sigue manteniendo el dudoso honor de ser la que registra los precios más bajos de todo el territorio nacional. En noviembre, los ganaderos gallegos cobraron por su producción una media de 32,7 céntimos el litro, tres por debajo que los asturianos o dos céntimos menos que los castellano-leoneses.

Acortando distancias

Bien es cierto que, aunque leche gallega acumula más de una década siendo la peor pagada de todo el territorio nacional, lo cierto es que los diferenciales de precios cada vez se estrechan más. Señal inequívoca de que las cotizaciones en origen están subiendo más aquí que en el resto de las comunidades. De hecho, si hace justo un trienio las desigualdades entre lo que cobraban los ganaderos de Galicia y los del conjunto del estado eran de más de dos céntimos, ahora son de tan solo uno.