La facturación de la Central Agropecuaria cayó este año un 30 % por la pandemia

Las diez sesiones suspendidas por el estado de alarma, junto al efecto de la crisis sanitaria en hostelería y restauración con menos demanda de carne, socavaron este año las cifras de la Central Agropecuaria de Galicia. Tras celebrarse hoy la última sesión, el 2020 acabó con un descenso de la facturación en un 30 %, al situarse en 12.724.699 euros frente a los 18.199.272 del 2019. La asistencia de animales a subasta en el recinto ferial de Silleda descendió en un 24,1 %, desde los 46.100 del pasado año a los 34.976 del 2020. Todo ello en un año donde se introdujeron novedades tecnológicas en las pujas, como un sistema telemático para comunicar los resultados de cada subasta o una reciente aplicación para que los compradores hagan sus ofertas desde el móvil. Además, el director de la Central, Ricardo Durán, fue elegido vicepresidente primero de la asociación europea de mercados de ganado.

Por categorías, se subastaron 24.043 terneros de recría, un 22,2 % menos que el pasado año, cuando fueron 30.938. Las transacciones conjuntas supusieron 4,24 millones de euros, con un descenso del 29,4 % respecto a los 6 millones anteriores. La mayor bajada en esta sección fue en los becerros cruzados, del 13,6 % —desde 292 a 252 euros por unidad, que desde la Central achacan al temor de los cebaderos gallegos a menor venta por la crisis del coronavirus así como a la perspectiva de subida del precio del pienso en el 2021. En frisones la caída media fue menor, del 11,1 % —de 90 a 80 euros la unidad—, al seguir exportándose una importante cantidad de animal vivo al Magreb; y en terneros rubios bajó solo el 3,7 % —de 345 a 332 euros la unidad— dada la calidad de estos ejemplares.

Respecto al vacuno mayor, se registraron 7.060 por los 9.888 del 2019, es decir, un 28,6 % menos. La facturación descendió un 30,5 %, de 8.313.009 a 5.772.236 euros este ejercicio, en buena medida por ser la carne que se destina más a hostelería y restauración. Así los compradores pagaron menos al no poder venderse a estos establecimientos, destinándose a congelación y reducirse el peso de las piezas. Además los ganaderos retuvieron ejemplares que aún pueden aguantar por edad en espera una mejoría de la situación ocasionada por la pandemia. La categoría extra incrementó precio, un 0,89 % —de 1.780 a 1.796 euros por unidad— y la primera se mantuvo en 1.091 euros como en el 2019, con caídas de segunda —de 722 a 715 euros— y deshecho —de 456 a 451—. Un 2020 con récord histórico pagado por un ejemplar, el 28 de enero, con 6.781 euros por un buey de raza rubia gallega.

Terneros carniceros

La caída en terneros carniceros fue del 26,56 %, con 3.873 cabezas frente a 5.274 en el 2019, mientras la facturación descendió un 30 %, de 3.876.111 a 2.711.938 euros. Los frisones cayeron de forma notable, un 18,4 % —de 440 a 359 euros la unidad— mientras los rubios solo un 1,1 % —de 874 a 864 euros— y, por último, un 4,5 % los cruces —de 807 a 770 euros—.

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