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Benito Mouriño, oro en los Exceleite 2020 por su pequeña granja en extensivo: «Espero que o neto manteña a explotación, eu vou xubilarme»

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

GANADERÍA

miguel souto

Este ganadero tuvo que reinventarse después de que en el 2015 un incendio provocara daños en su granja

13 dic 2020 . Actualizado a las 10:33 h.

Era media tarde y Benito Mouriño González se disponía a coger su tractor para recoger algo de hierba. Las vacas no saben de sábados, tampoco de domingos. Este ganadero de Laro tiene la lección bien aprendida, no en vano nació entre mugidos hace ahora 65 años. «Espero que o neto manteña a explotación, eu vou xubilarme», comentaba al recibir la enhorabuena por un nuevo premio para su granja ecológica en los galardones Exceleite. Cosechó una medalla de oro, como ya ocurría en el 2019, aunque desde el 2017, cuando comenzaron, atesora otro primer puesto y dos segundos.

Atrás quedan las pesadillas vividas en el 2015, cuando un incendio afectó a sus instalaciones. Toco reinventarse, reparar naves y comprar maquinaria. Un lustro después atesora un nuevo oro en la categoría de explotaciones pequeñas en extensivo. Con casi medio centenar de vacas, incluidas novillas, cuenta con unas veinticinco de forma habitual en ordeño, que suponen una producción de entre 1.200 y 1.300 litros cada dos días. Su leche se la lleva Lactalis para su marca Puleva Eco. Al producir en ecológico necesita mucha superficie para pastos, con toda su explotación destinada a pastoreo además de emplear «case toda a parroquia de Taboada, que linda case co río Deza, para a produción de herba; teño unha carga gandeira moi baixa».

La producción ecológica le obliga por ejemplo a descartar el empleo de abonos químicos o herbicidas, lo que reduce el número de cortes de hierba para silo, requiriéndose más superficie donde conseguir este alimento para sus animales. Benito Mouriño recuerda toda una vida entre vacas, una infancia en la casa familiar donde sus padres «tiñan catro o cinco vacas e un carro para a labranza». Ahora afortunadamente todo resulta mucho más fácil, destaca, por la mecanización de los procesos de trabajo. De forma periódica el ganadero silledense renueva su maquinaria y cuenta con mucha de hace poco tiempo.

Ahora su ilusión, además de los premios, radica en la posibilidad del relevo generacional con su nieto Carlos. Tiene 16 años, está estudiando, pero «parece que lle gusta e haberá que estar ao seu lado apoiando un tempo». Quizás esa espera al menos hasta su mayoría de edad dilate un poco la jubilación de Benito. Y pueda conseguir algún reconocimiento más, quizás con más competencia, ya que por el covid-19 se escogieron cinco explotaciones por categoría y solo hubo dos premios, cuando otros años había un tercero y un cuarto, con trofeo y diploma acreditativo.

Dan licencia para un total de doce nuevas granjas en Camba

Este viernes, en junta de gobierno local, los ediles de Rodeiro daban el visto bueno a un total de doce licencias para la construcción de nuevas granjas en el municipio. Un número muy importante que supone un nuevo impulso al rural y al sector primario en este concello. Estas se suman a otras concedidas ya por el gobierno local con anterioridad. El hecho de que este último paquete sea numeroso tiene su explicación en que el día 15 finaliza el plazo para poder optar a las ayudas que concede la Consellería de Medio Rural.

Dos platas para Isabel Méndez, de Rodeiro, y Pilar Iglesias, de Lalín

En los premios Exceleite 2020 hubo otros dos reconocimientos para explotaciones de las comarcas. En pequeñas explotaciones en semiextensivo se otorgó una plata a Isabel Méndez García, de Rodeiro, mientras que en granjas pequeñas en intensivo hubo también plata para María del Pilar Iglesias Golmar, de Lalín.

Durante la entrega de los premios, el conselleiro de Medio Rural, José González, junto al director xeral de Gandaría, José Balseiros, destacó la apuesta por la marca Galega 100 %, así como de los futuros sellos que regularán la leche de pastoreo y de producción integrada. Apuntó el interés de la Xunta por incentivar los productos de alto valor añadido, con unas explotaciones cada vez más profesionalizadas y rentables.