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Los bajos precios de la leche y la carne lastran los resultados del sector primario gallego en el 2019, según UPA

Somos Agro REDACCIÓN

GANADERÍA

Luis Planas durante la presentación del Anuario de Agricultura Familiar de UPA 2020
Luis Planas durante la presentación del Anuario de Agricultura Familiar de UPA 2020 Marta Fernández Jara

La organización agraria presentó este miércoles su Anuario de Agricultura Familiar en España 2020 en un acto en el que Luis Planas marcó como uno de sus retos reequilibrar la cadena de valor de los productos del campo

16 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un mal año por los bajos precios de la  leche y la carne de vacuno. De ese modo resume el balance del sector primario en Galicia que hace la UPA en su Anuario de Agricultura Familiar en España 2020 presentado ayer en Madrid durante un acto clausurado por el ministro de Agricultura, Luis Planas. Precisamente durante su intervención habló de como la agricultura familiar será uno de los ejes centrales de la PAC, dado que la labor que desarrolla hace que las zonas rurales continúen manteniéndose vivas. Pero para su mantenimiento, añadió, hay que sortear muchos retos. Entre ellos, reequilibrar la cadena de valor y mejorar la rentabilidad de las explotaciones

No hay más que ver los datos que recoge el anuario referidos a Galicia para ver dónde hay que mejorar. Porque en ese documento apuntan que el sector ganadero de la comunidad aporta el 54 % de la producción final agraria (PFA), y dentro de la ganadería el primer subsector es el lácteo. De hecho, la producción de leche fue el año pasado de 2,78 millones de toneladas, un 2 % más que el ejercicio anterior, lo que supone un 38 % de toda la producción de leche del país. Al mismo tiempo, el número de ganaderos de leche con entregas declaradas a la industria fue en el 2019 de 7.147, el 55,7% del total nacional, pero un 5 % menos de los que había un año antes. Pese al peso del sector en el conjunto de España, los expertos que elaboraron el anuario apuntan que los precios que los ganaderos percibieron por su producto fue de los más bajos de la Península.  

La cotización alcanzada por los terneros de carne, otro de los sectores estratégicos del campo gallego, tampoco fue el que debería. Dice el anuario que la producción fue un 1 % mayor que la del año anterior, pero los precios fueron bajos tanto para el ganado de cebo como para el de desvieje.

En cuanto a los sectores avícola, porcino y cunícola el comportamiento fue variado. Mientras la producción de pollo aumentó un 6 %, la de las otras dos categorías experimentó un descenso. Con todo, representan el  21 % del total nacional.

Al contrario de lo que ocurre en el campo de la ganadería, el informe elaborado por la UPA destaca el buen comportamiento de la agricultura, sobre todo en el caso de los cultivos forrajeros o los cereales. Al mismo tiempo destaca que, en el caso de la patata, hubo un incremento de un 17 % en la cosecha hasta alcanzar las 372.500 toneladas tras varios años de caídas.  

Las cosechas de pimiento o nabo también fueron buenas. Por no hablar de los kiwis, una fruta en la que Galicia es toda una potencia. También hubo buena producción de manzana de mesa y de la destinada a la elaboración de sidra. No puede decirse lo mismo de la castaña, otro de los frutos autóctonos por excelencia. En ese caso la cosecha cayó el año pasado un 12 %, según los datos que maneja UPA.  

En cuanto al vino, tras la espectacular cosecha del año anterior, la producción  aumentó un 3% y se situó en 470.600 hectolitros, incluidas las pequeñas producciones o el mosto.