Patrocinado porPatrocinado por

Ucrania, la tierra de la que también comen nuestras vacas

Somos Agro REDACCIÓN

GANADERÍA

ANGEL MANSO

Los fabricantes de pienso analizaron 1.000 muestras de materias primas llegadas al puerto de A Coruña el año pasado. De ellas, 110 eran de maíz de ese país del Este

26 feb 2020 . Actualizado a las 20:23 h.

Cuentan de vez en cuando algunos fabricantes de pienso de Galicia que por cada cincuenta hectáreas de terreno que tiene en la comunidad un ganadero, tiene otras tantas fuera. ¿Dónde? Eso dependerá del contexto geopolítico del momento, pero ateniéndose a los datos de importaciones de cereal destinado a la fabricación de piensos que entraron por el puerto de A Coruña, la mayor parte de esas otras tierras las tiene en Ucrania. Porque esa fue la procedencia de las más de un millón de toneladas de maíz que entraron por esa vía en Galicia. Y alguna que otra parcela parece que también tienen en Argentina y Brasil, origen de los 521.674 kilos de soja descargadas en el puerto coruñés. Unas fincas más modestas son las que tiene en otros países de centroeuropa como Alemania, lugar de donde viene la colza que entra por este puerto gallego.

Todas estas materias primas son utilizadas para la fabricación de piensos para alimentación animal. En el caso del sector bovino, por ejemplo, suponen, un complemento del forraje que cultivan los propios ganaderos en Galicia.

La cuestión es que para garantizar la calidad de todas esas materias primas, la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Agafac) analiza todos los cargamentos que entran en puerto. Usa para ello el modelo Galis, creado en el 2005. Con ese método el año pasado recogieron cerca de un millar de muestras (993, en concreto) de distintos tipos de cereal.

Fuentes de Agafac explican que estas analíticas permiten conocer, entre otras cosas, parámetros nutricionales como el grado de humedad, el perfil de proteínas, el ácido láctico, la acidez, el nivel de impurezas, el nivel de calcio, la cantidad de fósforo o la de potasio que tienen esos cereales. La mayor parte de las analíticas _un total de 110_ fueron realizadas en muestras recogidas en cargamentos de maíz, la materia prima para alimentación animal que más se descarga en Galicia. Pero no solo por eso ha de someterse a más controles. También porque, como explican desde Agafac, es la que resulta más susceptible de contener sustancias no deseadas como dioxinas, micotoxinas o materiales pesados. Esta información es fundamental para garantizar la calidad de los alimentos. Por su parte, las harinas de soja y de colza fueron sometidas a 67 y 56 analíticas, respectivamente.

Una producción de tres millones de toneladas de alimentos para animales al año

Galicia produce en torno a unos tres millones de toneladas de pienso al año. Las 993 analíticas realizadas en el 2019 en el puerto de A Coruña con el programa Galis pretenden garantizar la calidad de toda esa producción. Fuentes de Agafac comparan las medidas que se llevan a cabo en la comunidad para garantizar la seguridad alimentaria con las que se llevan a cabo en Cataluña, donde la producción de piensos es de unos 7,7 millones de toneladas al año. «Allí hacen unos 300 muestreos», apuntan desde este colectivo.

Cataluña usa el modelo Qualimac, mientras que en el País Vasco usan Aplika Epea; en castilla y León, Segacyl; en Andalucia, Scalia, y en Murcia, Piensa-Q.

Para mantener la línea de mejora de la calidad de los productos, desde Agafac avanzan que Galis, que controla el 96 % de la producción de alimentos para animales de la comunidad gallega, va a incorporar la tecnología NIRS (near Infrared Spectroscopy) que permitirá revisar la calidad nutricional de la materia prima. «Galis se convertirá de este modo en el primer modelo de España en disponer de este tipo de controles», apunta el gerente y director de Agafac, Bruno Beade.