Informes técnicos y testigos aseguraron en un juicio que en la leche había bacterias y un alérgeno vetado en algunos quesos de denominación de origen pero habitual en la industria quesera

Carlos Cortés
María Cedrón

Los problemas de sanidad alimentaria de Casa Macán, la empresa de Taboada cuya actividad está paralizada de modo cautelar desde el lunes por la Consellería de Sanidade, ya salieron a la luz el pasado enero. Se deslizaron en una sentencia de un litigio que mantiene la firma lucense con una industria láctea. En su texto se alude a varias auditorías y a la declaración de testigos que hablan de la existencia de irregularidades en los procesos de producción de Casa Macán. «Deficiencias en la manipulación», «alérgenos», «problemas de contaminación y de seguridad alimentaria» son algunas de las incidencias a las que aluden.

El primer documento pericial en este sentido que cita la sentencia es una auditoría de Bureau Veritas, que certifica que la empresa de Taboada no pasó el período de pruebas preceptivo para dar por consolidada su relación comercial con la industria láctea. Esta justifica la ruptura del acuerdo marco basándose en las declaraciones efectuadas en el juicio por una perito que en el 2016 había auditado la actividad de Casa Macán y que había constatado irregularidades como que «no había validación de la limpieza» y la existencia de «problemas de contaminación y de seguridad alimentaria» o de «mangueras de leche abiertas en el suelo».

En la vista oral de este caso también prestaron declaración dos directivos de la firma láctea y una extrabajadora del departamento de calidad de la quesería lucense. Los dos primeros aseguraron que en los análisis efectuados en la leche con la que trabajaba esta fábrica de quesos de Taboada aparecieron bacterias y lisozima, una enzima que se emplea en la industria alimentaria como aditivo para impedir infecciones y es de uso habitual en la industria quesera.

El problema es que su empleo no se permite en los quesos de algunas denominaciones de origen como Arzúa-Ulloa o Tetilla. Por precaución, las etiquetas suelen informar de la presencia de esta enzima porque puede provocar problemas de salud en las personas con alergia al huevo. Además, y según recoge literalmente la sentencia, la exempleada de la quesería confirmó que durante el tiempo que ella trabajó allí «hubo problemas de contaminación» y «se detectaron bastantes incidencias».

Pendiente de recurso

En cualquier caso, la reclamación judicial de daños y perjuicios de Casa Macán contra la empresa con la que había suscrito un acuerdo marco no está judicialmente muerta. Contra la sentencia dictada el pasado 9 de enero por el juzgado número dos de Lugo, donde se alude a los problemas de higiene en la quesería, cabe recurso. De hecho, fuentes de la empresa de Taboada aseguran que fue presentado hace unos días.

A día de hoy, Sanidade mantiene paralizada la actividad de la quesería, mientras la alerta vigente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda no consumir los productos retirados cautelarmente.

El dueño de la empresa quiere que los inspectores vuelvan cuanto antes para que le dejen producir

Prácticamente todo está parado en O Seixo, la aldea del municipio de Taboada en la que están la granja y la fábrica de Casa Macán. La planta no produce, pero su propietario sigue en su puesto. Eladio Rigueira espera que los inspectores de la Consellería de Sanidade vuelvan cuanto antes y confía en que constaten que todo está ya en orden. Rigueira asegura estar convencido de que con las reparaciones y ajustes que llevó a cabo en los últimos días no debería haber ningún problema para que la consellería le autorice a reanudar su actividad.

Sanidade tiene quince días para ratificar la suspensión de actividad La antigua granja y la moderna fábrica, construida por fases a partir del 2003, son las únicas edificaciones de esta aldea de la parroquia de Piñeira. Eladio Rigueira se la compró hace diecisiete años a sus antiguos propietarios y con esa base empezó a crecer. Los trabajadores de esta quesería y los transportistas que sacan de allí su producción en dirección a supermercados de diferentes comunidades generan un trasiego diario considerable en O Seixo. O lo generaban hasta que el martes los inspectores de Sanidade terminaron una revisión que les llevó dos días de trabajo, mandaron paralizar la producción y requisaron todo el queso y la mantequilla que estaba lista para comercializar.

La mayor parte, en casa

El miércoles y el jueves la mayor parte de la plantilla se quedó en sus casas. Además del propietario, a la fábrica no van estos días más que dos o tres personas encargadas de tareas de mantenimiento. Rigueira fue este jueves más parco en palabras que la víspera. Está muy afectado por la trascendencia que ha tenido la alerta sanitaria lanzada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y teme por el futuro de su empresa, pero prefiere guardar silencio. Solo dice confiar en que a la Consellería de Sanidade le baste con las reformas realizadas estos días en las instalaciones para que ellos puedan volver a trabajar.

La suspensión de actividad ordenada por la Consellería de Sanidade el martes por la tarde es una medida cautelar. En un plazo que no puede superar los quince días, tiene que ser ratificada por la jefatura territorial de Sanidade en Lugo.

Fuentes de la consellería aseguran que permanecerá vigente, como mínimo, hasta que sean subsanados los incumplimientos de la normativa de producción vigente en este tipo de instalaciones y el establecimiento esté en condiciones de volver a trabajar tal como marcan esas normas. Si la empresa no soluciona las carencias que detectaron los inspectores, entonces la paralización puede convertirse en indefinida. 

Álvaro Ballesteros

Arzúa-Ulloa y Tetilla defienden sus productos y se desmarcan de la quesería suspendida

Recuerdan que la alerta «no afecta a ninguna otra marca inscrita en las denominaciones»

Somos Agro

Los consellos reguladores de las denominaciones de origen protegidas Arzúa-Ulloa y Tetilla se desmarcaron ayer de la quesería lucense cuyos productos fueron retirados del mercado como medida cautelar. Entre ellos tres hay quesos producidos por esa empresa y que estaban amparados por esos sellos. El objetivo de los consellos reguladores era aclarar la confusión generada en torno a la alerta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Alimentación (Aesan) que, como explicaron desde Arzúa-Ulloa en un tuit, claramente aludía a una medida cautelar que solo atañe a Lácteos Casa Macán y «no afecta a ninguna otra quesería inscrita, ni a ningún otro queso».

En esa misma línea fue la reacción de sus homólogos de Queixo Tetilla, que defendieron la total garantía de los quesos del resto de marcas amparadas por su denominación. Además, explicaron que «esta alerta es una garantía de que todos los controles de seguridad funcionan correctamente y de que, por tanto, podemos seguir disfrutando con toda tranquilidad de uno de los productos estrella de la gastronomía gallega». 

ALBERTO LÓPEZ

Controles de las DO

Más allá de los controles sanitarios de los productos agroalimentarios que realiza la Consellería de Sanidade, las denominaciones de origen se encargan de supervisar que las queserías que amparadas en su sello cumplan las distintas características que recogen los pliegos de cada uno de estos organismos.

«O que comprobamos —dicen fuentes de una de ellas — es que se cumplan las directrices físicas, químicas u organolépticas que indica a denominación».