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Condiciones medioambientales y la actividad de las reses, claves para detectar el bienestar animal

maria cedrón REDACCIÓN

GANADERÍA

PACO RODRÍGUEZ

BeWell, una spin off creada por el grupo Biomodem de la USC, desarrolla una certificación que incluye esas variables

22 ene 2020 . Actualizado a las 21:22 h.

El bienestar animal, junto con el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad, es uno de los factores que más peso tendrá en Bruselas a la hora de repartir los fondos de la nueva política agraria común (PAC). Es más, un 94 % de los consumidores creen que es importante proteger a los animales y un 60 % estarían dispuestos a pagar más por productos de animales que tuvieron una vida sana y feliz. Las grandes cadenas de distribución lo saben. De hecho, algunas han retirado de la venta huevos de gallinas enjauladas o realizan periódicamente auditorías para determinar que sus granjas proveedoras respetan las normas que marca la UE en este sentido.

Pero ¿cómo reconocer que realmente las reses tuvieron unas condiciones favorables durante su crianza?. Existen varios certificados, pero ahora la spin off BeWell, creada por el grupo Biomodem del campus de Lugo de la Universidade de Santiago (USC) ha desarrollado un Certificado de Bienestar Animal que, como novedad, incluye en su análisis las condiciones medioambientales a las que está sometido el animal y sus movimientos gracias a un método de monotorización. Pendiente de los últimos trámites burocráticos la nueva certificación garantizaría el bienestar de los animales en toda la cadena, desde la granja al transporte y también en el matadero. Pronto estará a disposición de ganaderos o empresas que lo demanden. 

El proyecto fue uno de los muchos presentados ayer en el aula Cactus del campus de Lugo, de la USC, dentro de una jornada organizada por el Clúster Agroalimentario de Galicia (Clusaga) para conocer de cerca los proyectos de investigación que se están realizando en Galicia en materia agroalimentaria y poner en contacto a investigadores con las empresas del sector. La encargada de darlo a conocer fue la coordinadora del grupo Biomodem de la USC, Dolores Fernández, quien desmenuzó las características de este nuevo certificado pensado, en un principio para el sector porcino, pero que podría extenderse al resto de animales de granja.

Qué marca la diferencia

Pero las diferencias entre este certificado y los que ya hay en el mercado las explicó Tamara Arango, una de las investigadoras encargadas junto con Roberto Besteiro, de desarrollar esta certificación: «Aproveitamos toda a experiencia no estudio dos condicionantes medioambientais para ver cómo esas variables poden incidir na saúde dos animais da granxa». De hecho, mientras otros sellos de certificación se basan únicamente en la observación visual, este incorpora también el análisis de datos.

En este sentido, los detectores de movimiento de las reses también juegan un importante papel a la hora de valorar el grado de bienestar. «Cando detectamos unha curva de movemento que se sae do patrón habitual, é un indicio de que algo está ocurrindo», añade. De hecho, puede ser el indicio de que el animal esté desarrollando alguna enfermedad. Poder detectarla a tiempo contribuiría, como confirma esta investigadora, a la reducción del uso de antibióticos, otra de las grandes preocupaciones de ganaderos y consumidores.