Patrocinado por

La UE urge normas específicas de bienestar animal para los terneros de menos de seis meses

M. Cedrón REDACCIÓN

GANADERÍA

PACO RODRÍGUEZ

La medida, que afectaría directamente a los becerros frisones que van a los cebaderos, estaría dentro de una nueva estrategia para la protección de los animales

20 dic 2019 . Actualizado a las 18:59 h.

El bienestar animal es un asunto que preocupa en Europa. Tanto que el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, reunido esta semana, ha invitado a la Comisión a desarrollar una nueva estrategia para la protección y el bienestar de los animales basada en las lecciones aprendidas de la estrategia para 2012-2015, un documento en el que identificaba una serie de campos en los que era necesario hacer mejoras en materia de bienestar. No solo por la urgencia de lograr que los animales tuvieran una mejor vida, también porque esas buenas condiciones redundarían directamente en las cuentas de las granjas porque, como explican, «reduciría la mortalidad, mejoraría la salud y la calidad de los animales y, como consecuencia, incremnetaría los precios de los productos finales». De hecho, destacan que resulta importante entender la «importancia del bienestar animal como parte integral de la producción animal sostenible».

Uno de los terrenos en los que, como recogen las conclusiones adoptadas tras la reunión, hay que mejorar es el del bienestar de los terneros de menos de diez meses. Dice el documento redactado por los ministros que la nueva estrategia ha de recoger normas específicas que den cobertura a animales que ahora no tienen referencia concreta en la norma. Aluden, en concreto, a esos becerros, pero también de los conejos de granja, pollos, pavos, perros, gatos, cabras, ovejas y pescados de acuicultura. Además, reconocen la necesidad de actualizar también las normas de sacrificio de animales para adaptarlo al conocimiento científico más reciente y a los desarrollos técnicos.  

Los ministros hacen especial hincapié en el transporte de estos animales, sobre todo en el caso de recorrer largas distancias. Aunque no aluden directamente al caso de los terneros frisones gallegos, esa inquietud afectaría directamente a su tratamiento. De hecho, hace unas semanas desde la Asociación Galega de Empresarios de Gando (Agega) daban cuenta de cómo los terneros frisones de recría gallegos habían dejado de suscitar el interés de los cebaderos catalanes, uno de sus destinos principales. Detrás de esa tendencia está el hecho, como apuntaron en su día distintos ganaderos consultados, de que los bajos precios que alcanzaban en el mercado han ido provocando que haya granjas que tratan de darles salida cuanto antes. El resultado, añadían esas mismas fuentes, es que hay algunos que son tan pequeños que mueren por el camino.  

Por todo ello el Consejo también alienta a la Comisión y a los Estados miembros a iniciar actividades de comunicación y educación para el público sobre el papel esencial del bienestar animal en la promoción de la salud animal, la seguridad alimentaria y un sector agroalimentario sostenible.

Nadie quiere los terneros pintos

maría cedrón

Es día de mercado en Santiago. Decenas de becerros pintos -las crías de las vacas frisonas que sustentan mayoritariamente el sector lácteo gallego- aguardan en corrales a que algún tratante se fije en ellos para continuar su viaje hacia mercados como el de Pola de Siero, primero, o ya a cebaderos zamoranos, catalanes o aragoneses, después. Estos dos últimos solían ser los destinos habituales de unos terneros que luego surten la demanda de carne en grandes ciudades de Levante o incluso países como Turquía o Arabia Saudí. Pero desde hace meses, como apuntan fuentes de la Asociación Galega de Empresarios de Gando (Agega), «moitos destes cebadeiros xa non queren estes becerriños. Os traen de Francia ou do centro de Europa porque os animais de alí non lles morren e, polo tanto, axústanse máis ao que buscan. Por iso os están rexeitando nos cebadeiros». Ese rechazo repercute directamente en los precios de cotización. El miércoles pasado algunos animales se pagaron a menos de 15 euros e incluso hubo terneros regalados. De hecho, la feria compostelana ha llegado a barajar la idea de dejar de comercializarlos si los precios continúan por los suelos.

Seguir leyendo