El ganadero Manuel Iglesias, de SAT O Chope, habla del método de aprovechamiento de purines que desarrolla en su explotación. Cómo gestionar estos residuos es uno de los retos del sector primario, tal y como explicaron en el seminario organizado por Agaca en el marco del proyecto europeo InterregPocTep LACES
23 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Manuel Iglesias sabe bien lo que se le viene encima. A él y al resto de ganaderos que conforman el sector en Galicia. Porque la comunidad, al igual que el resto de Europa, tiene que articular medidas para cumplir los parámetros medioambientales que marca la UE. Y tiene que hacerlo tanto para mejorar la calidad del aire, reduciendo el nivel de amoniaco que llega a la atmósfera procedente de los residuos que generan las granjas de porcino, como rebajando las emisiones de metano que puedan emitir las explotaciones de vacuno para frenar el cambio climático. Por eso Manuel quiso adelantarse. Hace ya dos años puso manos a la obra para buscar un nuevo aprovechamiento de los purines que generan los animales de su granja, la SAT O Chope, ubicada en la parroquia de Escuadro, en Silleda. Su experiencia la contó ayer durante la mesa redonda Nuevos retos para el sector primario y la economía social en Galicia y Norte de Portugal, que tuvo lugar en Santiago en el marco del Seminario para el Fomento Empresarial de la Economía Social, organizado por AGACA dentro del proyecto InterregPocTep LACES.
«O que estamos facendo é separar a parte sólida da líquida en colaboración cunha empresa de enxeñería, Inxenium, e outra de investigación, EnergyLab, en colaboración con Agaca. _explica Manuel_ A parte sólida usámola para facer a cama das vacas despois de pasala por un proceso de fermentación, aireación e secado. A parte líquida tratámola nunha balsa con varios niveis de area e que ten prantas macróficas e bacterias nitrificantes para poder reducir o nitróxeno». El líquido resultante tras ese proceso de rebaja de nitrógeno puede usarse como fertilizante, para limpieza de la explotación e incluso, después de realizar las pertinentes analíticas, podría desaguar por la red de alcantarillado. La idea, que se empezó a desarrollar hace dos años, está ahora en su primera fase. Podría ser una alternativa para muchas granjas. Porque, como explicó el técnico de Servicios, Calidad e Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de España, Juan Sagarna, el principal enfoque que tienen que asumir ahora las comunidades es la gestión de purines para poder cumplir con los mandatos de Bruselas. «Lo que hay que hacer ahora es encontrar el modelo más adecuado a cada explotación y ver cuál se adecúa más», comentó. Además destacó los dos modelos más usados en este momento en Europa: el compostaje, usado en Francia, o la biodigestión, utilizado por el sector lácteo en Alemania. «Cada país está llevando a cabo su estrategia. En España todavía está por definir. Las preguntas son ¿habrá que aplicar una solución a nivel de granja? o ¿tendrán que ser centralizadas?».