Patrocinado porPatrocinado por

Perros gallegos, una garantía contra el lobo en toda España

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA / LA VOZ

GANADERÍA

CEDIDA

Mastines nacidos en el municipio chairego de Cospeito cuidan grupos de ganado en Extremadura, en Cantabria y en Andalucía

05 nov 2019 . Actualizado a las 13:55 h.

¿Qué pueden tener en común una ganadería de Extremadura, una de Cantabria y una de Andalucía? Que las tres están protegidas por mastines nacidos en la Terra Chá contra los ataques del lobo. En el municipio de Cospeito está la explicación, pues ahí vive Víctor Piñeiro, que ha vendido algunas de las crías nacidas desde que decidió contar con esa raza de perros para defender sus ovejas. Los tres mastines son hijos de Senda, una perra que todavía tiene Piñeiro en su terreno, situado en la parroquia de Santa María de Cospeito.

El mastín vendido para Extremadura cuida ovejas; el que fue a parar a Cantabria, cabras; el mandado a Andalucía, cabras. Tenían tres meses cuando fueron comprados. Nueve meses después, los compradores están contentos, y al criador, que no tiene esa actividad como su modo de vida, se le adivina también satisfacción. Los resultados logrados hasta ahora con estos perros, comenta, son buenos «polo que di a xente». Los suyos en Cospeito, también.

Los respectivos climas de Extremadura, de Cantabria y de Andalucía no son iguales entre sí. Piñeiro asegura que eso no es un problema y que los mastines se pueden adaptar bien a cualquier clima, aunque sí destaca que estos perros prefieren algo de frío que mucho calor. Lo que sí es realmente importante, recalca Piñeiro, es comenzar a criar mastines cuando se sabe bien qué se quiere hacer y cómo debe hacerse: «Non vale experimentar e logo criar; hai que facer as cousas ben», subraya Piñeiro.

 Tal es el grado de capacidad de protección que estos perros son capaces de desarrollar que pueden proteger un rebaño pero también otras cosas: Piñeiro explica que si un mastín, por ejemplo, es llevado a un almacén de maquinaria y puesto junto a las piezas, acabará defendiéndolas si alguien las ataca. En las crías nacidas de su perra Senda hay también ejemplos de ese comportamiento, ya que una no cuida ganado sino que se utiliza para proteger una casa en la Comunidad Valenciana.

Ejemplares que fueron vendidos por 400 euros

Un mastín puede tener un precio variado. Piñeiro tiene dos, la perra Senda y el perro Golfo, y cada uno costó 1.000 euros. Admite que se pueden conseguir algunos ejemplares por menos dinero; pero las crías nacidas de su perra, vendida cada una por 400 euros, parecen demostrar que un precio algo elevado se convierte a corto oa medio plazo en una buena inversión. Su mastín Golfo, cuando sea mayor, también será cruzado con otras perras.