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El omega 3 llega también al yogur

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

PALACIOS

El Aula de Productos Lácteos de Lugo y CLUN trabajan en un producto contra la hipertensión y el colesterol

22 oct 2019 . Actualizado a las 12:14 h.

Si parece un yogur, se presenta en un envase propio de un yogur y sabe a yogur, es un yogur. Lo que no se puede suponer, porque el paladar no capta esos matices, es que se trata de un yogur de características especiales, consecuencia del proceso de elaboración. Es un yogur enriquecido con omega 3.

Ni la leche con omega 3 ni las recomendaciones de tomar productos que contienen esos ácidos grasos esenciales poliinsaturados son novedades. La primera puede verse en tiendas y en supermercados; las segundas son una parte de los consejos indicados para llevar una vida saludable. En este proyecto de investigación que llevan a cabo, en Lugo, el Aula de Productos Lácteos y Tecnologías Alimentarias y Clun, se ha decidido combinar los elementos lácteos tomando como base el yogur.

La leche con la que prepara el yogur es rica en un ácido linoleico conjugado (CLA). También tiene otros nutrientes, sobre los que se trabaja para enriquecerlos más, puesto que se trata de un producto que en principio irá dirigido a gente de la tercera edad. Ana Álvarez, investigadora de la Universidade de Santiago (USC) que trabaja en la citada aula, explica que se trata de un sector de población que está en expansión, lo que hace suponer que la apuesta, cuando llegue al mercado, encontrará un sector de clientela al que dirigirse.

Rebajar la presión arterial, combatir el colesterol y prevenir los problemas cardiovasculares son algunos de los efectos saludables que tiene este producto. A esos tres se le añade otro, el de mejorar la función neuronal. Ese último detalle se debe a que los ácidos grasos actúan combinados con otros componentes.

Pese a todas esas características, Ana Álvarez explica que se trata de un alimento, no de un medicamento, aunque subraya que tiene nutrientes apropiados para favorecer a la población de la tercera edad. De todos modos, podría ser consumido por población de cualquier edad: «Los efectos son beneficiosos para cualquiera», dice la investigadora.

 Fácil de tomar

El yogur es un alimento fácil de tomar, recalca Álvarez. También, agrega, es ampliamente conocido, por lo que no resulta difícil de presentar ante el consumidor. «La leche se puede tomar de muchas maneras», subraya Álvarez, que destaca que lo importante es incorporar al organismo sus propiedades. En este caso, además, los resultados indican que el sabor supone una ventaja: «No es especialmente ácido», manifiesta.

En ese sentido, cabe preguntarse si se podría pensar en utilizar algún otro derivado lácteo, como el queso, para ensayar una elaboración enriquecida con omega 3. Desde un punto de vista estrictamente técnico, dice esta investigadora, sí resultaría posible; pero, agrega, también conviene tener en cuenta que el queso contiene más materia grasa y lleva sal, con lo que supondría algún problema.

El proceso podría realizarse asimismo con leche semidesnatada, aunque ese sistema por ahora no se ha tenido en cuenta. Sí parece claro, en cambio, que puede convertirse, cuando llegue a comercializarse, en una alternativa interesante para aquellos a quienes no gusta el pescado, que así tendrán una manera de dar al organismo un alimento con sus beneficios.

Cooperación de la eurorregión

Que una investigación como esta desemboque finalmente en un producto pensado especialmente para la población de la tercera edad tiene que ver con el contexto en el que surgió. Además de la citada aula láctea y de la USC intervienen otros organismos, y se trata de una iniciativa incluida en proyectos de la eurorregión Galicia-Norte de Portugal. El objetivo es propiciar un envejecimiento saludable mejorando la calidad de vida los mayores de 65 años.