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Productos alimentarios tradicionales logran un sello para su valor artesanal

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

ÓSCAR CELA

Pequeñas empresas y explotaciones agrarias podrán ser reconocidas por su actividad elaboradora

10 oct 2019 . Actualizado a las 10:03 h.

Productos agroalimentarios de alimentación tradicional tendrán un sello oficial, impulsado por la Xunta, que defiende su valor artesanal. Con la medida, además, se regulan los requisitos que recogen hasta cuatro etiquetas distintas —producto artesano, artesano de casa, artesano casero y artesano de montaña— con los que podrán llegar al mercado.

Cada producto deberá ser elaborado según unas pautas, las de la elaboración artesanal, que serán específicas para cada caso. Si un producto se prepara en una zona en la que funcionan una Denominación de Orixe o una Indicación Xeográfica Protexida (IXP), se exigirá su inclusión en el órgano correspondiente.

La empresa que pretenda elaborar productos agroalimentarios amparados por este sello deberá inscribirse en un registro, que dependerá de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria (Agacal). El ámbito que abarca esta iniciativa es muy variado, ya que recogen un total de 16 grupos de elaboración.

Productos lácteos, cárnicos, de pesca y de acuicultura, vinos, cervezas, licores, sidra y elaboraciones de panadería y de confitería son algunos de ellos. Aunque cada elaboración contará con sus correspondientes requisitos, se pretende que se aprueben en primer lugar aquellas que agrupan un mayor número de profesionales y un mayor volumen de fabricación.

Consumidores y elaboradores

Las consecuencias de este decreto —al que solo le falta el visto bueno del Consello Consultivo de Galicia, tras haber sido aprobado ya por el gobierno autonómico y haber recibido antes el visto bueno de la Unión Europea— afectarán a consumidores y a elaboradores. Los primeros podrán identificar fácilmente qué artículos están amparados por un sello específico. Los segundos tendrán una etiqueta que reconocerá su trabajo: para la Xunta, se trata de una actividad que contribuye a mantener la cultura alimentaria de Galicia.

El apoyo al perfil artesanal se subraya además en unos requisitos que deberán cumplirse en la elaboración. Por ejemplo, está prohibida la utilización de potenciadores de sabor, de colorantes, de grasas trans o de grasas procedentes de palma de coco. La materia prima tampoco podrá ser semielaborada, salvo en casos que se justificarán debidamente. Sí se autorizará, en cambio, que se usen medios mecánicos en algunos momentos de la elaboración.

La iniciativa, además de su repercusión económica, tendrá una social. Se pretende contribuir a fijar población en zonas rurales y litorales, con especial interés en conseguirlo en comarcas de montaña, así como reconocer y hacer visible el trabajo de las mujeres en el campo.

Contra los falsos usos que ensalzan lo casero

El decreto concreta cuándo unos productos son caseros o de casa y cuándo son de montaña. En el primer grupo entrarán aquellos elaborados con materia prima procedente de una explotación agraria vinculada con la empresa. En el segundo, los elaborados por empresas alimentarias de zonas de montaña. La Xunta intenta que los productos presentados como caseros o elaborados en casa responden realmente a esas características.