Casi 4.000 explotaciones gallegas tienen como titular a una persona de más de 55 años
28 mar 2019 . Actualizado a las 13:28 h.El futuro del sector lácteo gallego pasa inexcusablemente por garantizar su relevo generacional. A día de hoy, cuatro de cada diez granjas lácteas -3.700 en total- tienen como titular a una persona física de más de 55 años. Esto significa que, como muy tarde, en un decenio acabarán cerrando sus puertas si no encuentran a alguien que continúe con el negocio.
Para conseguirlo es necesario incidir en aspectos tan variados como la mejora del actual modelo productivo, la formación profesional agraria, la fortaleza del sector industrial, la calidad de vida en el rural o las figuras jurídicas que regulan la titularidad de las granjas. Esas son, al menos, algunas de las conclusiones a las que ayer se llegó en la jornada de debate promovida por la Asociación Terra e Leite y la Fundación Juana de Vega, a la que asistieron distintos conocedores de la realidad láctea gallega.
La mayoría de ellos coincidieron en que la ausencia de base territorial es uno de los factores que más está dificultando la viabilidad de las granjas y, por extensión, también su relevo generacional. De hecho, en menos de veinte años, tal y como explicó Francisco Sineiro, exconselleiro de Agricultura y antiguo profesor de la Escola Politécnica Superior de Lugo, han desaparecido en Galicia más de 140.000 hectáreas de superficie agraria útil. «Boa parte delas, coa total permisividade das administracións, acabaron sementadas de eucaliptos. Resulta difícil garantir o relevo xeracional cando custa tanto garantir a transferencia de terra», señaló, para además incidir en la necesidad de poner en marcha mecanismos efectivos que faciliten la movilidad de tierras.
Otro tanto sucede con la tipología jurídica que rige en el campo y que, en opinión de los expertos, resulta imprescindible revisar. A día de hoy, según datos de la Consellería do Medio Rural, el 70 % de las granjas tienen como titular a una persona física, mientras que el 25 % restante corresponden a distintas figuras asociativas de las que destacan las Sociedades Civiles y las Sociedades Agrarias de Transformación. «En Galicia optouse, de forma maioritaria por formas xurídicas moi simples que, en moitos casos, limitan o seu relevo xeracional», apuntó el jurista Alfredo Areoso, que señaló a la sociedad limitada -apenas existen una veintena en Galicia- como la fórmula que mejor facilita el relevo generacional de las explotaciones, principalmente en las de carácter familiar. «Habería que mirar cada caso en concreto pero o que non parece lóxico é que a maioría das granxas galegas teñan un nivel de modernización do século XXI e se sigan regulando por normativas do XIX».
Formación especializada
Los especialistas convocados por Terra e Leite también abordaron la necesidad de mejorar la formación vinculada al sector ganadero y adaptarla a las necesidades actuales. «A actual estrutura de formación quedou totalmente desfasada. O actual modelo de explotación e as esixencias dun sector cada vez máis competitivo requiren do traballo en moitas competencias diferentes. Neste sentido, hai que reflexionar sobre o tipo de perfil de gandeiros que queremos», apuntó Luis García, director del Centro de Promoción Rural Efa de Coristanco.
Actualmente, solo el Centro de Formación y Experimentación Agroforestal de Sergude y la Escola Familiar Agraria Fonteboa imparten los ciclos medios de producción agropecuaria y los superiores de ganadería y asistencia en sanidad animal, respectivamente. Por el contrario, son el doble los que ofrecen formación en jardinería y paisajismo y ocho los que hacen lo propio con estudios superiores en el ámbito forestal.
En cualquier caso, para tener derecho a las ayudas públicas por incorporación de jóvenes es suficiente un curso teórico de 250 horas de duración, lejos de las 4.000 horas -el equivalente al ciclo formativo de grado medio que se imparte en Galicia- que se exigen en Francia.